A dos años de su asunción como Papa, Francisco se quejó la semana pasada de la utilización política de algunos dirigentes argentinos que viajan a Roma con el objetivo de obtener rédito de la buena imagen del Pontífice.
Este lunes, Guillermo Karcher explicó: "Él tuvo esa sensación no sólo por las fotos, sino porque muchos volvían a Buenos Aires y decían que el Papa los había mandado a enviar un mensaje... Era todo una exageración".
Estas circunstancias fueron las que llevaron a Francisco a evitar nuevos contactos con políticos argentinos. Karcher informó que ya está vigente un tiempo en el que el Pontífice no recibirá a más dirigentes, al menos hasta después de las elecciones nacionales.
"El que no tiene la foto, no la va a tener. Y el que la tiene, que la guarde en su casa", pidió hoy el responsable del protocolo de la Santa Sede en diálogo con Jorge Rial en radio La Red.