Los ocho miembros del jurado, que deliberaron durante casi una semana, afirmaron que las estrellas del pop Robin Thicke y Pharrell Williams tomaron para su canción "Blurred Lines", compuesta en 2013, partes del éxito de Marvin Gaye de 1977 "Got to Give It Up".
"Estoy tan emocionada que es difícil expresarlo con palabras", dijo Mona, la hija de Gaye, quien calificó el veredicto de "milagro", y explicó que su familia emprendió acciones legales, "porque él (Marvin) no puede hacerlo por sí mismo".
Tras el veredicto, el abogado de la familia Gaye, Richard Busch, dijo que planeaba solicitar una medida cautelar para el bloqueo de las futuras ventas de "Blurred Lines". En el juicio testificaron tanto Williams como Thicke, aunque ninguno estuvo en la sala para escuchar el veredicto.
El representante de Williams habló con la revista Rolling Stone. "Aunque respeto el proceso judicial, estamos extremadamente disconformes con el veredicto de hoy, que establece un horrible precedente para la música y la creatividad de ahora en adelante", dijo a la publicación.
"Pharrell compuso 'Blurred Lines' desde su corazón, mente y alma, y la canción no fue tomada de nadie más. Estamos revisando la decisión y considerando otras opciones", añadió.
Los herederos de Gaye obtuvieron una parte de los cerca de 16,5 millones de dólares de beneficios que la sonada canción ha producido desde su lanzamiento, hace dos años. Las pruebas presentadas en la corte evidenciaban que Thicke y Williams ganaron más de 5 millones de dólares cada uno gracias a ella.
Durante las dos semanas de juicio, Williams dijo que entendía por qué los fans relacionaban las dos canciones, pero explicó que "la música soul suena como música soul". El veredicto libró de toda responsabilidad al rapero Clifford "T.I." Harris Jr., quien colaboró con la pareja en este tema.