Las sanciones a siete funcionarios venezolanos anunciadas este lunes por la Casa Blanca, tras declarar que Venezuela es una amenaza para la seguridad de los Estados Unidos, no tendrán ningún "efecto directo" sobre el sector petrolero, aseguró un alto funcionario del Departamento del Tesoro, que solicitó el anonimato.
El mandatario de los Estados Unidos, Barak Obama, emitió una orden ejecutiva que suspende la visa y congela bienes a siete policías y funcionarios venezolanos, acusados de violaciones a los derechos humanos.
"No hay ni ningún impacto adicional ni una sanción adicional sobre ninguna industria, ninguna persona o ninguna entidad más allá de las siete personas específicamente nombradas en el decreto, o que vayan a ser nombradas por el Departamento del Tesoro en el futuro", añadió la alta fuente gubernamental.
"Estamos profundamente preocupados por los esfuerzos del gobierno venezolano para aumentar la intimidación sobre los adversarios políticos. Los problemas de Venezuela no pueden resolverse criminalizando a los disidentes", manifestó en una declaración el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest.
Las medidas anunciadas por Obama este lunes implementan y amplían las sanciones aprobadas por el Congreso estadounidense el año pasado y que el propio jefe de Estado promulgó en diciembre.
Como paso necesario para implementar las sanciones, Obama firmó este lunes una Declaración de Emergencia Nacional, que sorprendió por la dureza de los términos utilizados.
"Yo, Barack Obama, (...) considero que la situación en Venezuela (...) constituye una amenaza extraordinaria e inusual a la seguridad nacional y la política externa de Estados Unidos, y por ello declaro una emergencia nacional para administrar esa amenaza".