El Consejo de Seguridad de la ONU condenó firmemente el "atroz" ataque contra una base de la misión de paz de la ONU en el norte de Mali este domingo, y advirtió que los responsables tendrán que rendir cuentas.
Un miembro de la misión de paz de origen canadiense y dos niños murieron a causa de los más de 30 cohetes disparados por los atacantes contra la misión de la ONU en la ciudad de Kidal (norte de Mali) a primera hora de la mañana.
En un comunicado de sus 15 países miembro, el Consejo de Seguridad pidió al gobierno maliense que investigue rápidamente y lleve a los responsables ante la justicia.
El organismo "hace hincapié en que los responsables del ataque tendrán que rendir cuentas" y subraya que agresiones contra miembros de las misiones de paz podrían constituir crímenes de guerra.
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El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, también condenó el ataque, que además dejó tres niños y ocho cascos azules heridos.
"El asesinato de integrantes de las fuerzas de paz y de civiles malienses es intolerable y una violación de la ley internacional humanitaria", indicó en un comunicado este domingo.
"Este flagrante intento de obstruir el avance del proceso de paz en Mali es condenable", añadió.
El ataque contra la base de la ONU en Kidal tiene lugar un día después de que un hombre irrumpiera en un club nocturno en Bamako y abriera fuego y lanzara varias granadas, matando a cinco personas, incluidos un ciudadano francés y otro belga.