El Comité para la Protección de los Periodistas (CPP) condenó desde Nueva York el asesinato de Servián.
"La frontera brasileño-paraguaya se ha convertido en la región más peligrosa para los periodistas en el hemisferio occidental", afirmó Sara Rafsky, investigadora asociada del programa para las Américas del CPP.
"Las autoridades de ambos países deben unirse para investigar a fondo el asesinato de Gerardo Ceferino Servián Coronel y sentar ante la justicia a los responsables en una muestra de que no permitirán que se aterrorice a la prensa", agregó.
El periodista paraguayo Gerardo Servián fue baleado en una calle de la ciudad fronteriza brasileña de Ponta Porá, en el estado Mato Grosso do Sul, se informó el viernes.
"Las autoridades de ambos países deben unirse para investigar a fondo el asesinato"
El comisario Walter Vázquez, jefe de Orden y Seguridad de Pedro Juan Caballero, capital del departamento Amambay, a 600 kilómetros de Asunción, dijo que Servián "recibió el jueves nueve impactos de arma de fuego en una calle de Ponta Porá, a unos 200 metros de la línea fronteriza con el territorio paraguayo".
Ambas ciudades están dividas solamente por una calle y se ubican en una zona asolada por una intensa actividad delictiva, como contrabando de armas y drogas, según autoridades.
Aclaró que "hasta el momento no tenemos datos acerca de los autores, que se movilizaron en una motocicleta" y "tampoco conocemos las razones por las cuales fue atacado".
La víctima, de 45 años, conducía un programa noticioso matutino en iCiudad Nueva FM/i, una estación de radio comunitaria en Sanja Pyta, una pequeña localidad paraguaya.
Aníbal Gómez, periodista de la radio América, dijo a The Associated Press que "es alarmante la facilidad con que se mata a los hombres de prensa en esta zona pero lo más doloroso es que desde mayo de 2014 hubo cuatro asesinatos de periodistas, todos impunes".
Recordó que en mayo fue asesinado su colega Fausto Gabriel Alcaraz, un mes después fue encontrado muerto Edgar Fernández en la vecina ciudad de Concepción y en octubre fue muerto Pablo Medina en las afueras de Curuguaty, en la misma zona del norte de Paraguay.
En tanto, el sindicato de periodistas emitió un comunicado destacando que "este nuevo atentado contra la vida de un trabajador de prensa muestra la necesidad imperiosa de acabar con la impunidad".
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El periodista Francisco Servián, hermano de la víctima, indicó que el occiso "nunca recibió amenazas de nadie".
"Hace unos 22 días se mudó a vivir con su familia en una casa de la ciudad Ponta Porá porque sus hijas van a un colegio de ese sitio. En esta zona del país es normal acallar a los periodistas a balazos", afirmó.
Santiago Ortiz, líder del gremio de periodistas, dijo a que "desde 1991 tenemos contabilizados 17 colegas asesinados".
La zona norte de Paraguay, formada por los departamentos de Concepción, Amambay y Canindeyú, es vecina con Mato Gosso do Sul. La frontera de unos 800 kilómetros no posee control policial, militar o aduanero.
Luis Rojas, director de la agencia estatal antidrogas, dijo que "en el norte operan aproximadamente 100 bandas de narcotraficantes compuestas por brasileños y paraguayos. La situación es muy compleja".
Para el analista político Ignacio Martínez la situación de inseguridad en la zona norte "parece ficción. El Estado es débil, los narcotraficantes y otros marginales marcan la pauta a lo largo de más de 800 kilómetros de frontera sin control".
"En el norte operan aproximadamente 100 bandas de narcotraficantes compuestas por brasileños y paraguayos"
Agregó que "los delincuentes se dan el lujo de atacar puestos policiales. Hace un mes aproximadamente, los narcos ingresaron a un cuartel policial de Pedro Juan Caballero y recuperaron unos 300 kilos de cocaína que días antes les fue incautada".
Según Martínez los casos de los periodistas asesinados "nunca serán casos resueltos porque no hay testigos. En las afueras de Pedro Juan Caballero es normal encontrar cadáveres abandonados quien sabe por quiénes y por qué. Raras veces son identificados".