El juez Rafecas difundió los documentos hallados en una caja fuerte del fiscal Nisman

El más importante es el que tiene la presentación con la que el titular de la UFI-AMIA pretendía que el Poder Ejecutivo gestione una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para obligar a Irán a colaborar con la causa

Adrián Escandar 162
Martín Rosenzveig 162

El Juzgado Federal 3, a cargo de Daniel Rafecas, divulgó este miércoles una serie de escritos que estaban en la caja fuerte de a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" Alberto Nisman/a. Entre ellos figura un documento que contiene un plan alternativo al acuerdo con Irán para forzar la colaboración de Teherán en la causa AMIA y que la presidente Cristina Kirchner citó el domingo en la apertura del año legislativo para cuestionar al fallecido fiscal.

Según consta en un acta divulgada ayer, los escritos fueron aportados por la secretaria letrada de la Unidad Fiscal AMIA, Soledad Castro, a pedido del reemplazante de Nisman, Alberto Gentili. En un breve comunicado, el juez Rafecas justificó su publicación en el Centro de Información Judicial "en atención al interés público generado" y "a los efectos de brindar la mayor transparencia".

El más importante es el borrador de un escrito de Nisman en el que solicita al Poder Ejecutivo que "se arbitren los medios para dar inmediata intervención al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas". Su objetivo era lograr el respaldo de la ONU para lograr la captura de los ocho iraníes prófugos acusados por la Justicia argentina de perpetrar el atentado contra la AMIA.

Hay dos versiones de ese escrito: uno por si el acuerdo con Irán era ratificado y otro para el caso contrario. Según el acta, cinco secretarios letrados de la Unidad Fiscal AMIA y Castro estaban al tanto de su existencia. Las notas dicen al pie que son de diciembre de 2014, pero sin aclarar el día, aunque también había copias de las últimas hojas fechadas en enero de 2015. Todas llevaban la firma del fiscal. Las había guardado en su caja fuerte por si le pasaba algo.

Sin embargo, los textos no expresan la visión que Nisman tenía el día de su muerte de la causa AMIA. Lo aclaró explícitamente la secretaria Castro en el acta que le presentó a Rafecas junto a la copia de los escritos. "Si bien por disposición de Nisman los mismos fueron actualizados en distintas oportunidades, según su criterio estos documentos aún se hallaban desfasados dado que se había modificado sustancialmente su convicción respecto de un conjunto de presunciones y conclusiones contenidas en esos textos, por lo que entendía necesario corregir una vez más su letra, para que ésta plasme su entera y actual convicción", precisó.

A primera vista, la estrategia de Nisman de recurrir a la ONU parece arriesgada, porque necesitaba el aval del Consejo de Seguridad y evitar el veto de Rusia y China. Pero el fiscal estaba convencido y les había comentado a varios periodistas y a sus colaboradores que era la carta que le quedaba para forzar a Irán a detener a los acusados y extraditarlos a Argentina.

Según se desprende de los escritos, su principal argumento era la negativa del gobierno iraní a colaborar con la Justicia argentina. Por eso, buena parte de la presentación está dedicada a derribar los pretextos de Teherán para no ayudar a Nisman, como las groseras irregularidades en la investigación, la falta de pruebas y la inmunidad de los dirigentes políticos persas que están acusados.

Nisman asegura en los escritos que al negarse a colaborar con la Justicia argentina en un caso de terrorismo Irán incumple con sus obligaciones internacionales. Y cita dos casos en los que el Consejo de Seguridad aplicó medidas coercitivas contra Libia y Sudán por cobijar a los autores de dos atentados, el de Lockerbie y otro contra el ex dictador egipcio Hosni Mubarak. El fiscal creía que esos antecedentes respaldaban su pretensión.

Pero la jugada de Nisman también tenía su veta política. Y no es menor. Porque implicaba una respuesta al Gobierno, que en su defensa del Memorándum con Irán, había desafiado a la oposición y a la comunidad judía a presentar una alternativa superadora.

En la apertura del año legislativo 2014, Cristina Kirchner arengó a los dirigentes de la oposición en pleno recinto parlamentario: "Como sé que muchos de ustedes votaron en contra, pero sé que todos quieren que tomemos declaración a los iraníes, elaboren un proyecto viable, lógico, jurídico, atado a las normas del derecho internacional y estamos dispuestos a debatirlo".

El domingo pasado, en una nueva apertura de las sesiones del Congreso, la jefa de Estado volvió a la carga con el tema. Y tras su tibio lamento de la muerte de Nisman, se refirió a los documentos publicados hoy por Rafecas, a la vez citados por el juez en el fallo en el que desestimó la denuncia del fiscal por encubrimiento Irán.

La mandataria dijo que entre la denuncia de Nisman y los documentos que estaban en su caja de seguridad hay dos versiones distintas sobre el rol del gobierno en el tema AMIA. "Es una especie de Nisman versus Nisman", graficó Cristina Kirchner. "¿A qué Nisman le creo? ¿Al de la denuncia sin pruebas o al Nisman que levanta toda mi actuación en Naciones Unidas, que levanta mis discursos, y que reconoce que si bien el memorándum no es lo mejor, persiguió el objetivo de que los acusados se sienten y sean interrogados?", se preguntó.

En efecto, Nisman dice en los escritos revelados este miércoles que en sus presentaciones ante la ONU Néstor y Cristina Kirchner brindaron "un claro respaldo" a sus dictámenes y que el ex presidente tomó una "notable decisión política de peticionar ante la comunidad internacional".

No obstante, esa no era su visión final. Lo aclaró su secretaria. Pero Rafecas y la Presidente lo omitieron. Aún así, Nisman plantea que frente a la falta de avances, el Gobierno había flexibilizado sus reclamos. Y cuestiona duramente el acuerdo con Irán, del que dice que "en el mejor de los casos" serviría para entrevistar a cinco de los ocho acusados en Teherán, algo que considera "un fin notablemente degradado y, no por eso, más viable". Incluso sobre el final del texto opina que el convenio "en modo alguno constituye un medio para lograr el objetivo de que se detenga y juzgue a los sospechosos".

Nisman tampoco escatima críticas contra la Comisión de la Verdad, a la que califica como "una inaceptable intromisión del Poder Ejecutivo en la esfera exclusiva del Poder Judicial, una afrenta a las instituciones democráticas y un avallasamiento a principios básicos de la Constitución".

En la caja fuerte también había dos escritos dirigidos a la Procuración General de la Nación para que requiera al Poder Ejecutivo que impulse la acción en el Consejo de Seguridad. Pero no había ninguna mención a la denuncia por encubrimiento. Eso le hizo ruido a Rafecas, quien lo consideró un motivo más para desestimar la acusación.

"A lo largo de sus páginas, (Nisman) presenta una postura diametralmente opuesta, en el sentido de que realiza consideraciones sumamente positivas de la política de Estado del gobierno nacional, desde 2004 hasta la actualidad", escribió en su fallo Rafecas, que pareció olvidar los lapidarios dardos del fiscal contra el acuerdo con Irán y la Comisión de la Verdad, y la aclaración que le hizo Castro, de que esos documentos iban a ser actualizados porque no expresaban "su entera y actual convicción".