ISIS lo hizo de nuevo. Militantes de la organización terrorista secuestraron a un hombre por ser homosexual, lo subieron hasta la terraza de un edificio y lo arrojaron al vacío en la ciudad siria de Raqqa, considerada la "capital" del Estado Islámico.
En la calle, una multitud aguardaba desaforada la caída, como si se tratara de un gran espectáculo macabro. La víctima, que murió poco después de golpear contra el suelo, apenas superaba los 20 años.
Las imágenes fueron difundidas por una agrupación contraria a ISIS, llamada Raqqa is Being Slaughtered Silently (Raqqa está siendo masacrada silenciosamente).
No se trata de la primera ejecución de este tipo por parte del Estado Islámico. El 16 de enero se difundieron las primeras imágenes de esta práctica. En esa ocasión, ISIS arrojó a dos personas juzgadas por homosexuales desde una azotea, en una plaza de la ciudad de Mosul, Irak.
Según explicó entonces el portal británico International Business Times, los dos jóvenes fueron penados por cometer sodomía y, según la ideología del Estado Islámico, debían ser "tirados desde un lugar alto" como castigo.
El mismo método se aplicó a fines de enero sobre otro hombre, en Raqqa. La organización SITE Intelligence Group, que vigila la actividad de las organizaciones yihadistas en internet, difundió las fotos de la ejecución.