El dólar alcanzó el lunes su más alta cotización en el mecanismo cambiario de libre flotación lanzado por el régimen de Venezuela. Según informó el Banco Central en su página web, la tasa de cambio promedio de las transacciones durante la jornada cerró en 177,1 bolívares por dólar, por encima del precio promedio del viernes, cuando se ubicó en 176,62 bolívares por dólar. Hace 10 días, había comenzado a ser vendido a 172 bolívares.
La cotización surge en un nuevo Sistema Marginal de Divisas, conocido como Simadi, que permite a los particulares en Venezuela establecer un precio del dólar regido por la oferta y la demanda diaria bajo la supervisión del instituto emisor y flexibiliza, por primera vez, un estricto control cambiario que funciona desde hace más de una década.
En paralelo a este mecanismo, el régimen de Nicolás Maduro mantiene dos tasas fijas de 6,3 y 12 bolívares por dólar para bienes prioritarios. El Gobierno ha dicho que la implementación del nuevo sistema de cambio, junto a la reactivación de las transacciones de divisas en efectivo, ayudaría a mejorar la administración de sus menguantes ingresos y desinflaría el mercado informal, que se ha vuelto una referencia para la inflacionaria economía venezolana.
No obstante, el dólar no detuvo su avance en el mercado paralelo y rompió la barrera psicológica de 200 bolívares por dólar la semana pasada, para negociarse al cierre del lunes a 225,95 bolívares por dólar, de acuerdo con los portales especializados.
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La Gaceta Oficial precisó que el mercado al menudeo contempla "la compraventa de divisas en billetes extranjeros, cheques de viajeros, o de divisas a personas naturales a través de transferencia; así como la compra de cheques cifrados en moneda extranjera y las operaciones de cambio vinculadas al servicio de encomienda electrónica".
El nuevo sistema representa una liquidación del 5-10% de las divisas petroleras disponibles, más lo que inyecten los privados. Está alimentado por empresas públicas y privadas y particulares que deseen comprar o vender dólares en casas de cambio, bancos y operadores de bolsa en efectivo, bonos y transferencias.
El sistema implica, en principio, una liberalización parcial del mercado de cambio. Los particulares no podían comprar ni vender dólares libremente desde 2010, cuando desapareció el llamado "dólar permuta", que permitía a particulares y empresas la adquisición de divisas en casas de bolsa, canjeando títulos de valores.