En el segundo discurso más largo de sus ocho mensajes ante la Asamblea Legislativa, Cristina Kirchner endureció aún más las críticas que dedicó a la Justicia en los últimos meses. Ese fue el tema central de su discurso, pero no fue el único: en las 3 horas y 41 minutos que habló, anunció la estatización de la administración de los ferrocarriles, defendió el acuerdo con China y el memorándum con Irán, lanzó tres proyectos de ley para las empresas y se refirió a la denuncia del difunto fiscal Alberto Nisman.
En distintos tramos de su discurso, Cristina Kirchner cuestionó las investigaciones sobre el caso AMIA, las torturas durante la Guerra de Malvinas y el atentado contra la embajada de Israel que realizaron la Corte Suprema y los tribunales inferiores.
Según recordó, pasaron ya 21 años del atentado terrorista que dejó 85 muertos y no hay aún todavía "un solo condenado" por el ataque o el intento de encubrimiento que realizaron distintos funcionarios argentinos. Al ver los carteles que distintos diputados opositores habían llevado para reclamarle por el caso, contraatacó: "Yo no necesito carteles. Yo puedo ir con carteles al frente de la AMIA para decirles también que un ex presidente de la DAIA, Rubén Beraja, es un encubridor y vaciador de bancos. Traicionó a su religión y a su asociación. Así que no me vengan a hablar a mí de la AMIA".