El papa Francisco exhortó el domingo a los venezolanos a unirse por el bien común de la nación, tras la muerte a tiros de Kluiberth Roa, un niño de 14 años, durante una protesta contra el régimen de Nicolás Maduro. En Caracas, algunos manifestantes están alarmados por una ofensiva contra los opositores al gobierno, mientras que otros manifestantes apoyan al abrumado gobierno socialista.
Francisco aludió a la muerte del niño en San Cristóbal la semana pasada al exhortar a los venezolanos a "rechazar la violencia". En su alocución dominical a los peregrinos el domingo en la Plaza de Sam Pedro, el pontífice dijo: "Aliento la reanudación de un camino común para el bien del país". Pidió un diálogo constructivo, en momentos que los problemas económicos y sociales plagan al país sudamericano.
Activistas de la oposición han protestado por el arresto del alcalde de Caracas y la muerte del niño en una ciudad conocida por sus movimientos de protesta.
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Por otra parte, el papa también encabezó el domingo una oración de decenas de miles de personas reunidas en la plaza de San Pedro por los cristianos y otras personas que han sido secuestradas o que son víctimas de otros tipos de "brutalidad intolerable" en Siria e Irak.
Más de 220 cristianos sirios fueron secuestrados la semana pasada por el grupo Estado Islámico, sin que se sepa cuál ha sido su destino. Francisco hizo un llamamiento para que "todo el mundo, de acuerdo con sus posibilidades, actúe para aliviar el sufrimiento".
El Sumo Pontífice pidió que se hagan oraciones silenciosas por "estos hermanos y hermanas que sufren por su fe en Siria e Irak". La plaza abarrotada quedó en silencio durante un minuto, más o menos. El papa dijo que quería asegurarle a las víctimas de secuestros, abusos y otros actos de violencia que "no nos olvidamos de ellos".