Quién es el magnate de la industria farmacéutica

Se llama Brenton Saunders y se convirtió en el número uno de la “big pharma” mundial; más por astucia financiera que por innovación científica. Por qué sus ideas despiertan polémica. La revista Forbes dedicó su portada a develar su historia

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Brenton "Brent" Saunders tiene 44 años y es el presidente ejecutivo del gigante farmacéutico Actavis y al menos por ahora, el rey indiscutido de la industria farmacéutica en Wall Street.

Cinco años atrás, Saunders nunca había sido CEO de una "big pharma". Hoy quedó al frente con tres compañías farmacéuticas y vendió otras dos, generando 25 mil millones de dólares para sus accionistas públicos e inversores privados. Su historia es la nueva portada de Forbes.

El dueño del Bótox

A cargo de la dirección general del laboratorio estadounidense Actavis, Saunders negoció la adquisición de Allergan, globalmente famosa por fabricar tratamientos contra el envejecimiento como la marca registarada: Bótox.

Saunders nacido en Pennsylvania, Estados Unidos, insiste en que Actavis-Allergan es más que un comercio a corto plazo, "es un salto para un nuevo tipo revolucionario de compañía farmacéutica: las que él mismo a bautizado como "growth-pharma'".

El tanque farmacéutico Actavis-Allergan tendrá la escala de copañía en la comercialización y ensayos clínicos de otros laboratorios de potencia mundial como Eli Lilly o Bristol-Myers Squibb, pero evitará la misión central de la mayoría de las compañías farmacéuticas: crear drogas, y optará por comprar a universidades o empresas de biotecnología ( verdaderos think tank científicos). Y esto de alguna manera cambia la foto del sector.

La nueva compañía será la primer farmacéutica que no pretende crear o descubrir medicamentos

"La idea de que para jugar en las grandes ligas hay que hacer descubrimientos de fármacos es en realidad una falacia" , dice Saunders sintitubear. "Tenés que investigar, tenés que estar comprometido con la innovación. Creo fuertemente en eso, pero el descubrimiento no devuelve el costo" .

Las declaraciones de Saunders no cayeron bien entre los players tradicionales del sector, quienes no conciben el rubro sin la creación de nuevos fármacos. Mientras tanto, los inversores festejan.

Hace cinco años Actavis era una compañía de medicamentos genéricos llamada Watson Pharmaceuticals que tenía ventas anuales de 2,5 mil millones. Actualmente se han quintuplicado las ventas.

Hoy Actavis-Allergan es un éxito y como empresa farmacéutica su objetivo no es la investigación y el desarrollo de nuevos fármacos. ¿Será el futuro de la industria farmacéutica?

Sus primeros pasos

Hijo de un urólogo y una trabajadora social, Saunders creció en Pennsylvania y pagó sus estudios trabajando como cargador de muebles. Todavía hoy tiene afectada su espalda. Obtuvo sus títulos de doctor en Leyes y una maestría en Administración de Empresas.

A los 29 años se asoció a una consultora y empresa de asesoramiento legal. Podría haber sido un consultor toda la vida, si no fuera por haber llamado la atención de un visionario del sector farmacéutico: Fred Hassan.

Saunders comenzó haciendo experiencia en la industria sacando adelante a una compañía acusada de sobornos, mala fabricación y comercialización ilegal. Erradicó las malas prácticas y negoció cientos de millones de dólares en acuerdos. Su primer triunfo.

Una vez que tuvo un pie en la industria, tomó un consejo como parte de su filosofía: las compañías farmacéuticas gastan demasiado en investigación, atrapadas en un modelo desde hace décadas. Gran parte de su gasto en investigación y desarrollo no es productivo.

Sin embargo, muchas temen reducir ese gasto pensando en que sus acciones pueden bajar. Un ejemplo de ello fue el año 2007. A pesar de que se invirtieron más sesenta mil millones de dólares a nivel mundial en investigación y desarrollo de fármacos, sólo 18 medicamentos fueron aprobados por la autoridad reguladora, la Food and Drud Administration (FDA), el número más bajo en la historia.

Hoy Saunders puede hacer verdadera historia en el negocio y el 'drug dealer', como lo llaman en Wall Street, comanda el futuro del negocio de la medicina. Veremos si sus conceptos sobre la industria logran transformarla o la industria lo transforma a él.