El padre de Leopoldo López, que comparte nombre con su hijo, señaló en una entrevista con Caracol Radio que la operación en la que sacaron al líder opositor de la celda "duró casi siete horas" y se hizo sin la presencia de la Fiscalía.
López explicó que el domingo tanto la madre como la esposa y los hijos del opositor intentaron entrar en la cárcel para visitar al político, pero los gendarmes lo impidieron.
Según señaló, los funcionarios incumplieron las leyes venezolanas que garantizan que los hijos de un detenido visiten a su padre y añadió que hasta ahora el único que ha podido ver a su hijo es el abogado.
Asimismo, López denunció que el Gobierno del presidente Nicolás Maduro está sumando "componentes a la escalada" de acusaciones contra su hijo al involucrarlo en los planes de magnicidio y golpe de Estado que ha denunciado recientemente.
Preguntado por la violencia usada por los funcionarios de prisión para sacar a su hijo de la celda, explicó que "con la integridad física no se metieron", si bien fue sacado "a empellones".
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Pese a la situación que vive el político, Leopoldo López padre explicó que su hijo "se está sobreponiendo por encima de estas barbaridades que pretenden acallarle" y añadió que su abogado "le ha encontrado en buenas condiciones y sorprendente buen espíritu".
El padre del político también señaló que teme que durante el tiempo que permanezca en la cárcel su hijo pueda morir, si bien expresó su esperanza de que "eso nunca llegue".
El pasado viernes, un comando militar derritió con sopletes los barrotes de las celdas de López y del ex alcalde Daniel Ceballos en la prisión de Ramo Verde y destrozaron el interior de las mismas, según aseguró a Efe la esposa del líder opositor, Lilian Tintori.
Asimismo, señaló que los funcionarios "estuvieron seis horas en su celda revisando todos sus escritos.
El dirigente opositor venezolano se ha transformado en el símbolo de la lucha contra el gobierno de Nicolás Maduro. Su protagonismo en las espontáneas movilizaciones de principios de febrero pasado hizo que el propio presidente bolivariano lo eligiera como blanco de ira. El 18 de febrero de 2014, el gobierno venezolano lo detuvo en una multitudinaria movilización en su apoyo, lo acusó de "conspiración, incitación a delinquir, intimidación pública, homicidio agravado premeditado y terrorismo".
Nicolás Maduro tenía a López en la mira desde que le tocó reemplazar a Hugo Chávez cuando su larga convalecencia no le permitió asumir el poder en 2012. Ya entonces había responsabilizado al joven líder de Voluntad Popular de "maniobras desestabilizadoras".
Con estudios de Economía en la Universidad de Harvard, López ostenta una exitosa carrera política: en 2000, con 29 años, fue elegido con el 51% de los votos para su primer período en la alcaldía de Chacao, el municipio más rico de la gran Caracas, y en su reelección, en 2004, arrasó con 81 por ciento. En abril de 2002, fue uno de los muchos políticos que llamaron a las manifestaciones opositoras de calle que derivaron en un golpe de Estado que sacó brevemente del poder al entonces presidente Hugo Chávez.
López lleva un año en un penal militar en las afueras de Caracas. Sin condena, asiste a las audiencias de un juicio que denuncia como fraudulento.