Un día después de que el fiscal Gerardo Pollicita resolviera dar curso a la denuncia que Alberto Nisman presentó antes de morir y en la que acusó a Cristina Kirchner de orquestar, junto a otros dirigentes, un plan para proteger a los sospechosos del atentado contra la AMIA, la Presidente encabezó un acto en Santa Cruz en la que evitó referirse al tema.
La mandataria inauguró anfiteatro con capacidad para más de 20.000 personas, que servirá de escenario para el Festival del Lago Argentino. "No podíamos seguir haciendo ese festival del lago en viejos carromatos, en escenarios precarios. Teníamos que hacer algo acorde con el desarrollo social y cultural para la villa de El Calafate", indicó.
Parada al aire libre en el predio que perteneció al Consejo Agrario del lugar, Cristina hizo un repaso por la historia del evento que anualmente se celebra allí y afirmó que con esa obra se "consolidará como un clásico festival de la República Argentina". Además señaló que para la construcción del anfiteatro, "no se sacó un solo árbol".
"Siempre quieren ver tristes a los pueblos", dijo en su discurso, y aseguró "ningún pueblo puede construir futuro sin alegría". Y añadió: "Como siempre digo, estamos tercamente empecinados en eso de brindar alegría".
Tras su alocución, recorrió el parque en un vehículo. "Con la patita todavía no puedo andar recorriéndolo todo", dijo en referencia a la recuperación de la fractura que sufrió a fines de diciembre en un tobillo.
En las últimas horas, tras la imputación que hizo Pollicita, la Presidente reprodujo en su perfil de Facebook el discurso que pronunció esta semana en la Casa Rosada en el que dijo: "Nosotros nos quedamos con el canto y a ellos les dejamos el silencio".