El grupo terrorista Hamas acaba de festejar la formación de 17.000 jóvenes gazatíes para el combate, reivindicando "su derecho a la resistencia", frente a quienes denuncian un "adoctrinamiento".
Durante una semana, los adolescentes aprendieron a manejar armas junto a los combatientes de las brigadas Ezzedine Al Qassam, las mismas que se enfrentaron al ejército israelí el pasado verano en una guerra que costó la vida a cerca de 2.200 palestinos.
Hatem, de 14 años, ha vivido tres guerras en Gaza en los últimos seis años y ahora se prepara para el siguiente conflicto.
"Los israelíes mataron a mi sobrina este verano. Ahora quiero matarlos yo. Me convertiré en un combatiente de la resistencia con los Qassam", aseguraba con orgullo a la AFP durante la ceremonia organizada en Gaza la semana pasada.
Al mismo tiempo, en Rafah, al sur del enclave palestino, varios miles de jóvenes de esta "vanguardia de la Liberación" celebran también su primera formación.
Estos 17.000 chicos han recibido una instrucción "intensiva en armamento ligero y pesado" para la "próxima batalla por la liberación", afirma el sitio web de las brigadas Qassam.
"Pueblo ocupado"
Es la primera vez que la instrucción se confía a las Qassam; en otras ocasiones se trataba de sesiones "lúdicas" en campamentos de verano dirigidas por los movimientos islamistas gazatíes de Hamas y la Yihad Islámica, que entre entrenamiento y entrenamiento incluían, por ejemplo, visitas al zoo.
Aunque los medios han podido asistir a la celebración del fin de la formación, las brigadas han permanecido discretas -como es su costumbre- y ha sido el brazo político de Hamas el que ha defendido públicamente el programa.
"La prensa occidental acusa a Hamas de militarizar la sociedad con campos de entrenamiento pero, ¿qué ha hecho Occidente para obligar al enemigo a detener sus crímenes? ¿Qué hemos obtenido de más de 20 años de negociaciones?", pregunta Bassem Naim, un oficial de este movimiento islamista que sigue controlando el enclave gazatí, pese al acuerdo de reconciliación palestino de la pasada primavera, que lo obligaba a ceder el poder a un gobierno de unidad.
En un momento en que el proceso de paz israelo-palestino vuelve a encontrarse en punto muerto, Naim se muestra firme: "Somos un pueblo ocupado y el derecho internacional nos garantiza el derecho a resistir".
"Lavado de cerebro"
Pero según un militante de los derechos humanos gazatí, que prefiera hablar a la AFP conservado el anonimato, Hamas "utiliza a los niños para promover su proyecto y adoctrinar a la sociedad".
"Nosotros no cuestionamos el derecho a la resistencia, pero eso debe hacerse con adultos, no con menores".
Para este activista, el grupo terrorista "hace agresivos a los jóvenes, cuando lo que deberíamos es educarlos en la cultura y el respeto a las leyes".
Naim responde a esta acusación apuntando al enemigo: "¿Han visto el entrenamiento de niños israelíes en el manejo de armas y el lavado de cerebro racista que les hacen?", escribía en su página de Facebook.
Essam Younes, director del centro Al Mizan de defensa de los derechos humanos en Gaza, también está preocupado por los niños de este pequeño territorio costero, donde más de la mitad de la población tiene menos de 15 años y dos tercios de los jóvenes están en paro.
"Los niños de Gaza están traumatizados por el bloqueo (israelí y egipcio) y por las guerras, y algunos se ven atraídos por ese tipo de actividades", dice a la AFP. "Pero la prioridad hoy es encargarse de ellos a nivel social y médico".