, embajadora argentina en Washington, envió un duro mensaje al Congreso de los Estados Unidos, en el que le advirtió que si envían una misión de legisladores -tal como se especula- para interiorizarse sobre la investigación de la muerte del fiscal
, sería "una violación a la soberanía nacional".
Asimismo, la diplomática llamó personalmente a un miembro del Comité de Relaciones Exteriores para advertirle que la Argentina no tolerará la intervención de EE.UU. en la investigación, publicó el diario Clarín. Según trascendió, un grupo de legisladores norteamericanos, preocupados por la muerte de Nisman, estaban por viajar al país, pero en realidad la misión podría ser realizada sólo por colaboradores de los congresistas. Esto supone que se trata de una misión de perfil muy bajo.
Hacia mitad de mes, dos asesores republicanos y dos demócratas mantendrán entrevistas oficiales y no oficiales para reunir información sobre lo ocurrido con el ex fiscal especial del caso AMIA y también sobre la situación política en Argentina para eventualmente organizar una audiencia sobre Argentina en el Congreso.
De hecho, en la audiencia que presidió el presidente del subcomité del Hemisferio Occidental, el republicano Jeff Duncan, la muerte de Nisman se trató. El tema de la audiencia era la "importancia de nuestra región para Estados Unidos". Uno de los testigos invitados a participar fue Bonnie Glick de Meridian International Center, quien aprovechó su presentación para hablar largamente sobre la Argentina.
"El liderazgo de Cristina Kirchner es tan corrupto que ahora parece que, en complicidad con Irán, Kirchner puede estar detrás del asesinato del fiscal Alberto Nisman, el día en que iba a testificar sobre su investigación relacionada al atentado a la AMIA en que 85 miembros de la comunidad judía murieron" dijo Glick.
Diversos sectores de la política norteamericana manifestaron su preocupación por la muerte del fiscal. Por ejemplo el senador republicano y presidente del subcomité para el Hemisferio Occidental de la Cámara alta, Marco Rubio, le pidió a Barack Obama una "investigación internacional" sobre el hecho. Dijo estar "cada vez más preocupado por la capacidad del gobierno de Argentina para llevar a cabo una pesquisa justa e imparcial".
A su vez, el senador demócrata norteamericano Bob Menéndez había pedido una investigación "exhaustiva" por la muerte del fiscal. Según dijo, las indagaciones por la muerte deben ser "transparentes" y calificó de "sospechosas" las circunstancias que rodean su fallecimiento. Incluso, días después del trágico final, la embajada norteamericana en Buenos Aires informó que ese país ofreció asistencia técnica para el esclarecimiento del hecho.