Real Madrid derrotó 2-1 al Sevilla, en el Santiago Bernabéu, en un juego pendiente de la fecha 16, cuando los merengues se encontraban disputando el Mundial de Clubes en Marruecos.
Era una gran posibilidad para que el equipo de Carlo Ancelotti sacara cuatro puntos al Barcelona, su escolta, y lo consiguió pese a las dificultades y lesiones que oscurecieron el panorama para el derby ante Atlético de Madrid del próximo sábado.
Gareth Bale tenía nuevamente la responsabilidad de ser protagonista en ausencia de Cristiano Ronaldo, pero volvió a defraudar después de su actuación en falso ante Real Sociedad (4-1), donde la afición y sus compañeros en el vestuario le reprocharon su egoísmo e individualismo.
Marcelo asistió a James Rodríguez (11') y el talentoso colombiano, de palomita, volvió a marcar para delirio de una casa blanca, que echaba de menos a Cristiano Ronaldo, suspendido.
Pero las malas noticias se harían protagonistas en el equipo de Ancelotti. Primero la lesión muscular de Sergio Ramos en la pierna izquierda y luego, James debió ser reemplazado con una molestia en su pie derecho. Tan sólo se había jugado media hora de partido.
La preocupación y los interrogantes se apoderaron del Bernabéu antes de visitar el Vicente Calderón, pero Jesé Rodríguez (35'), reemplazante del colombiano, anotó el 2-0 para tranquilidad de la afición.
Sevilla, que contó en el ataque con Carlos Bacca y el regreso de Stephane Mbia, fue a la carga en la segunda etapa y logró ponerle suspenso al final tras la definición al gol de Iago Aspas (80'), quien había sustituido al colombiano pocos minutos atrás.
Al final de la noche se confirmó que Ramos y James, por lesión, y Marcelo, que llegó a las cinco amarillas, se quedarán afuera del clásico ante el Atlético. Tres puntos que salieron caro al Madrid. Aunque la cima de la Liga es toda blanca.