El jefe de gobierno italiano, Matteo Renzi, y su homólogo griego, Alexis Tsipras, reconocieron este martes en Roma que Europa debe abandonar la política de austeridad y apostar por el crecimiento para acabar con la crisis de la deuda que asfixió a Grecia y a Italia, entre otros países.
"El mundo le pide a Europa que invierta en el crecimiento y no en la austeridad", aseguró Renzi durante una conferencia de prensa conjunta con Tsipras, ganador de las recientes elecciones en Grecia y líder de la izquierda radical.
"El mundo le pide a Europa que invierta en el crecimiento y no en la austeridad"
En su primera gira oficial como nuevo primer ministro de Grecia, iniciada el lunes con un maratón antiausteridad, Tsipras y su influyente ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, quien se reunió paralelamente en Roma con su homólogo Pier Carlo Padoan, han sondeado sus ideas para salir de la crisis.
"Han arruinado a Europa con la austeridad, pero no queremos una fractura entre el norte y el sur, sino retomar los intereses iniciales de la Unión Europea y crear un futuro de esperanza y dignidad", adelantó Tsipras.
Pese a sus "diferencias y a pertenecer a diferentes familias políticas", como reconoció el mismo Renzi, socialdemócrata proveniente de la Democracia Cristiana, Italia está convencida de que el camino del crecimiento económico que inspira también al nuevo gobierno griego es el único que puede acabar con la crisis y las desigualdades en muchos países del Viejo Continente.
Las ideas para obtener un alivio significativo de la deuda del país, que representa el 175% del Producto Interno Bruto (PIB), ilustradas por los nuevos dirigentes griegos fueron bien recibidas en Italia.
El jefe de gobierno italiano no sólo manifestó con simpatía su cercanía y apoyo a Tsipras, sino que aseguró que está convencido de que Grecia logrará un acuerdo con las instituciones europeas.
"Creo que existen las condiciones para que se encuentre un punto de acuerdo con las instituciones europeas", afirmó Renzi durante la rueda de prensa conjunta.
"Creo que existen las condiciones para que se encuentre un punto de acuerdo con las instituciones europeas"
"Ofrezco el máximo apoyo a Tsipras en términos de cooperación bilateral en todos los foros y de disponibilidad al diálogo", anunció Renzi.
"Hemos interpretado el resultado de las elecciones griegas como un mensaje de esperanza que proviene de toda una generación que pide atención para ella y para los que han padecido la crisis", recalcó Renzi.
Por su parte, el primer ministro heleno aseguró: "Se necesita un cambio en Europa, tenemos que buscar cohesión y crecimiento en vez de la política del miedo y la incertidumbre".
"Nuestra generación ha sido blanco de políticas equivocadas, una generación que ha sufrido y ha tenido que emigrar para soñar y vivir con dignidad. Debemos luchar para que tenga un mejor futuro", recalcó el nuevo el jefe de gobierno griego.
Los dos dirigentes, ambos de 40 años, que representan a una nueva generación de políticos que llega al poder en Europa, evitaron hablar de las medidas concretas que Grecia propone para aliviar la gigantesca deuda, que supera los 300.000 millones de euros.
"Son asuntos que se debaten en otras mesas", recordó Renzi.
Por su parte, el ministro Varoufakis fue un poco más preciso. "Vamos a exponer nuestras ideas en la reunión del Eurogrupo del próximo miércoles", adelantó el ministro griego a la prensa.
Según el ministro, citado por un diario británico, no se trataría de una quita de la enorme deuda, sino de renegociarla mediante cambio de títulos y el compromiso de mantener un excedente primario, con el fin de tranquilizar a los mercados.
Las explicaciones que ha dado después el vocero del nuevo gobierno griego, Gabriel Sakellaridis, para demostrar que Grecia sigue reclamando la anulación de su deuda,no han empañado el optimismo.
Hay "varias formas técnicas" de "borrar la deuda griega y las nuevas propuestas del ministro forman parte", dijo el Sakellaridis.
Varoufakis se reunirá el jueves en Berlín con su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble, un encuentro más delicado. La canciller alemana, Angela Merkel, se mantiene por su parte firme, aunque no cierra la puerta a la negociación.
Para Berlín, la línea roja sería, sin duda, la reducción pura y simple de la deuda. Pero se puede hablar de un reescalonamiento, según una fuente cercana al gobierno.
Mientras tanto, los esfuerzos y el deseo de llegar a un compromiso de los dirigentes griegos fueron aprobados este martes por los mercados. La Bolsa de Atenas, que se resintió por la histórica victoria de la izquierda radical Syriza hace más de una semana, cerró la sesión de este martes con una subida del 11,27 por ciento.
Tras su visita a Italia, Tsipras tiene programado el miércoles presentar su programa económico al presidente francés, François Hollande, y al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. Este último se mostró este martes dispuesto al diálogo, pero rechazó "cambiar todo" en Europa.