En un mensaje al Pontífice divulgado hoy, la presidente del Consejo Nacional de Resistencia Iraní (CNRI), Maryam Rajavi, señala que la intervención del Papa puede "impedir que se sacrifiquen la justicia y la verdad" y destaca las palabras de Francisco para que "se haga justicia" en este asunto.
Rajavi aseguró que el CNRI está impactado por la noticia del "asesinato del valiente fiscal a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" Alberto Nisman/a", que "estaba convencido de que la atrocidad" del atentado con bomba contra la AMIA, que causó 85 muertos en 1994, fue "perpetrado por los líderes del inhumano régimen que gobierna Irán".
La presidente del CNRI agrega que este grupo de resistencia al régimen de Teherán había ofrecido información a la Justicia argentina sobre la implicación de las autoridades iraníes en esa acción. En concreto, según dijo a iEFE /iun vocero, se dieron "detalles sobre cómo se tomó la decisión" del atentado de Buenos Aires, "a qué nivel se adoptó" y cómo funcionó "la cadena de mando". Son informaciones que ya se han hecho públicas, reconoció el vocero.
Además, esta organización denuncia que "el silencio" sobre el asesinato de Nisman "envalentona el fascismo religioso que gobierna Irán y sus bandas terroristas asociadas para perpetrar más crímenes". Agregó que durante los 36 años que el régimen lleva en el poder, "ha ejecutado a 120.000 iraníes por defender la verdad y ha asesinado a docenas de responsables de la oposición en diferentes países".
Maryam Rajavi es una de las tantas personas que pensó que, con la Revolución Islámica, Irán encontraría un nuevo despertar y quedó desilusionada. Hoy, 34 años después de ese hito, lidera desde París la resistencia al régimen impuesto por el ayatollah Alí Khamenei. Rajavi se ha convertido en un símbolo de la defensa de los derechos humanos, las libertades individuales y la democracia en Medio Oriente. Ha dado la vuelta al mundo para demostrar que otra realidad es posible en los países musulmanes; y lo ha hecho cubierta con la hiyab para probar que el problema no es el islam, sino lo que ciertos líderes y extremistas han hecho con él.