Al menos 224 civiles murieron en las últimas tres semanas debido a los bombardeos indiscriminados y la escalada de violencia en el este de Ucrania, indicó el martes Naciones Unidas al elevar su cálculo del total de muertos en el conflicto a más de 5.350 personas.
Por su parte, la a href="http://search.infobae.com/Naciones-Unidas" rel="noopener noreferrer" ONU/a censuró el martes enérgicamente tanto al gobierno de Ucrania como a los rebeldes separatistas prorrusos por convertir en objetivos escuelas, mercados, hospitales y paradas de autobús, donde mueren civiles.
Las hostilidades entre los separatistas y las fuerzas del gobierno central se reanudaron con fuerza en enero después de un mes de calma relativa. Las más recientes conversaciones de paz se interrumpieron el sábado y ambas partes se acusaron mutuamente de prolongar la lucha.
"Paradas de autobús y transporte público, mercados, escuelas y jardines de infantes, hospitales y zonas residenciales se han convertido en campos de batalla"
"Paradas de autobús y transporte público, mercados, escuelas y jardines de infantes, hospitales y zonas residenciales se han convertido en campos de batalla, (...) en clara violación de la ley humanitaria internacional", afirmó el alto comisionado de Naciones Unidas, Zeid Ra'ad al Hussein, y añadió que otros 545 civiles resultaron heridos en las últimas tres semanas.
El comisionado exhortó a ambas partes a hacer de la protección de los civiles una "prioridad máxima".
Atribuyó la gran cantidad de muertes de civiles al "cañoneo indiscriminado de áreas residenciales tanto en territorio controlado por el Gobierno como en áreas controladas por los grupos armados".
Los rebeldes en el bastión separatista de Donetsk dijeron el martes que al menos ocho personas murieron y otras 22 resultaron heridas por fuego de artillería el día anterior, mientras que el vocero del Ejército ucraniano, Andrei Lisenko, dijo que cinco soldados habían muerto y 27 habían resultado heridos en el mismo período de tiempo.
La principal ofensiva rebelde se dirige ahora a Debaltseve, un centro ferroviario que en su día tuvo 25.000 habitantes y está entre las ciudades rebeldes de Luhansk y Donetsk. Casi 2.000 residentes han huido de la zona sólo en los últimos días.
Los separatistas tomaron, la semana pasada, la localidad de Vuhlehirsk, crucial para el avance sobre Debaltseve. Líderes rebeldes, sin embargo, insisten en que no están planeando entrar por la fuerza en Debaltseve por el elevado número de posibles víctimas civiles que esto podría causar.
En un síntoma de lo volátil de la situación sobre el terreno, el líder rebelde de Donetsk, Alexander Zakharchenko, dijo en comentarios publicados por RIA Novosti el martes que están ayudando a evacuar Vuhlehirsk por los intensos combates que se registran en la zona.
Ucrania acusa a Rusia de apoyar a los rebeldes, una acusación que Moscú niega. Pero expertos militares occidentales dicen que la cantidad de armas pesadas que tienen los separatistas contradice esa negativa, y Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto sanciones económicas contra Rusia por sus acciones sobre su país vecino.
Pero la canciller federal alemana, a href="http://search.infobae.com//Angela-Merkel" rel="noopener noreferrer" Angela Merkel/a, reiteró el martes en Berlín que Alemania no entregará armas letales a Ucrania debido a que se concentra en una "solución diplomática" del conflicto.
Por su parte, el primer ministro ucraniano, Arseniy Yatsenyuk firmó un decreto que declara abolida una identificación nacional para viajes entre Ucrania y Rusia por considerar que Ucrania debe reforzar su control en la frontera.