"Queremos regresar. ¿Pero a dónde?" Para esta mujer que llora, el fin de la batalla de Kobane reanimó sus sueños de retorno, como para los sirios refugiados en Turquía, pero los combates causaron tantos daños que esos sueños están lejos de cumplirse.
Para muchos habitantes obligados al éxodo, la euforia provocada el lunes por la victoria de las fuerzas kurdas sobre los yihadistas fue de corta duración.
Un miliciano del YPG y su hijo recorren las ruinas en la calle principal de Kobane
Muy rápido, los primeros testimonios de quienes cruzaron la frontera revelaron la magnitud de la destrucción en Kobane durante cuatro meses y medio de enfrentamientos de una intensidad que mucho comparan al asedio de la ciudad rusa de Stalingrado durante la Segunda Guerra Mundial.
"Queremos regresar. ¿Pero a dónde?"
"Todas las casas fueron destruidas por los combates entre el YPG (la milicia kurda a la vanguardia de los combates) y Daesh (grupo Estado Islámico)", deplora Ahmad Kemri, de 60 años, el director de uno de los liceos de la ciudad, refugiado en Turquía.
"Y los ataques aéreos agregaron más daño a la devastación", agregó, al mencionar muchos ataques aéreos llevados a cabo contra objetivos yihadistas por los aviones de la coalición internacional conducida por los Estados Unidos.
Los colores del YPG y sus milicianos en un automóvil semidestruído, pero en funciones
Para muchos, Kobane es al Estado Islámico lo mismo que Stalingrado a los nazis
Kemri dice que por ahora no regresará a Siria. Hasta ahora vivió refugiado en un modesto pensionado de Suruç. Pero este profesor de matemáticas ya se prepara para trasladarse con su familia a un campamento donde hay 35.000 plazas, que acaba de ser abierto por las autoridades turcas en los alrededores de la ciudad.
Una de sus compañeras de habitación, Cemile Hasan, de 36 años, tampoco es optimista sobre las perspectivas de regreso a su país, cuatro meses después de la fuga precipitada frente a la ofensiva de los combatientes del ISIS.
Un kurdo monta guardia en el extremo este de la ciudad. En los alrededores aun se combate
"En las condiciones actuales, un regreso es imposible de contemplar"
"Nuestra patria es nuestro bien más apreciado. Pero en las condiciones actuales, un regreso es imposible de contemplar", dijo, reprimiendo las lágrimas.
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Nómadas
"Francamente, estaría contento si podemos regresar en un plazo de un año. Pero soy optimista al decir esto, pues se requerirá reconstruir todo", dice, mientras deplora su condición "nómada".
"No dejamos ingresar a ningún refugiado hasta nueva orden"
Por ahora, la frontera entre Turquía y Siria sigue cerrada. La gendarmería y el ejército turcos patrullan alrededor del puesto fronterizo de Mursitpinar, situado en frente de Kobane, para disuadir a los eventuales candidatos al retorno.
La cubierta de un proyectil se convirtió en florero delante de una trinchera. Símbolos del pasado reciente y del presente feliz, aunque tenso
"No dejamos ingresar a ningún refugiado hasta nueva orden", indicó un responsable de la agencia gubernamental turca encargada de las situaciones de urgencia (Afad).
Fuerzas turcas usaron gas lacrimógeno para rechazar a manifestantes en la frontera
El martes, las fuerzas del orden turcas usaron gas lacrimógeno y cañones de agua para rechazar grupos de manifestantes que se acercaban a la frontera, aprovechando una manifestación de varios miles de kurdos que celebran la victoria.