Tras la agónica derrota sufrida en el Camp Nou, el Atlético Madrid recibió al Barcelona con el objetivo de revertir el marcador para avanzar a las semifinales de la Copa del Rey. En un colmado Vicente Calderón, los conducidos por Diego Simeone apostaron por un planteo amparado en la solidez de su defensa, junto con la velocidad de Fernando Torres y Antoine Griezmann. En cambio, los de Luis Enrique intentaron adueñarse de la pelota para lastimar con sus herramientas más filosas: Lionel Messi, Luis Suárez y Neymar.
Sólo tuvieron que transcurrir unos escasos segundos para que el equipo del "Cholo" se pusiera en ventaja. Tras un pelotazo frontal, que partió a la última línea catalana, el "Niño" quebró su cintura para que Javier Mascherano se pase de largo y anotó el 1 a 0. El dueño de casa emparejó la llave, cuando restaba una eternidad.
De modo que antes de que se cumpla el primer cuarto de hora, una combinación sudamericana encontró mal parados a los hombres de choque madrileños y el "Culé" festejó el 1 a 1. El toque del rosarino, la profundización del uruguayo y la definición del brasileño dejaron de rodillas a Jan Oblak y el sonido de la red sacudió las esperanzas rojiblancas.
La intensidad del pleito no cesaba y sobre los 30' del primer capítulo, Juanfran inventó una supuesta falta de Mascherano adentro del área y Jesús Gil compró la creación del lateral. Raúl García se hizo cargo del penal y con un disparo cruzado selló el 2 a 1. El espectáculo era tan emotivo, como entretenido. Sin dudas, en la capital española se vivía una final anticipada.
La curiosidad llegó cuando el local fue sorprendido por una de las fórmulas que mejor aplica. Un tiro de esquina en su contra dejó sin reacción a Miranda y la desgracia del ex San Pablo le dio la posibilidad al Barcelona de volver a empatar: 2 a 2.
Por si fuera poco para el Atlético Madrid, un remate de Griezmann, que impactó sobre el codo de Jordi Alba, terminó de derrumbar los sueños "colchoneros". El árbitro no sólo ignoró la pena máxima, sino que de ese contragolpe, el defensor corrió a toda velocidad y después de 18 segundos, se asoció con Messi y Neymar, para que el atacante con pasado en el Santos desparrame a Oblack y celebre el 3 a 2. Los de Simeone necesitaban una verdadera hazaña en el complemento para seguir con vida en el certamen. Además, la impotencia de Gabi hizo que su equipo se quede con inferioridad numérica, dado que sus constantes reclamos obligaron al colegiado a mostrarle la cartulina colorada.
Tal vez por la resignación propia de una eliminatoria tan dura, los jugadores locales optaron por la pierna fuerte sobre las estrellas de la entidad catalana. Neymar y Messi eran las víctimas más frecuentes de las duras patadas que le propinaban Mario Suárez y compañía.
Justamente, en un abuso del juego brusco, el ex Mallorca también se fue expulsado por doble amonestación. Con dos hombres de más, los de Luis Enrique consolidaron su superioridad y sellaron la llave de manera convincente. Su rival en las semifinales se sabrá mañana, ya que se juegan el resto de los partidos:
Getafe - Villarreal (Ida: 0-1)
Athlétic Bilbao - Málaga (Ida: 0-0)
Sevilla - Espanyol (Ida: 1-3)
Por Fernando Taveira - ftaveira@infobae.com