Cómo comer sano en vacaciones y sobrevivir al intento

Mantener una dieta saludable en el verano parece una misión imposible, pero nada que un poco de ingenio y voluntad no puedan lograr. Tips para una vianda sabrosa y nutritiva

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Muchas veces parece difícil mantener una alimentación saludable en época de vacaciones, sobre todo porque es un momento en el cual nos relajamos y solemos modificar nuestras rutinas y horarios de comida. Se vuelve común almorzar en la playa, el río o la pileta, al aire libre, fuera de casa; y en estas ocasiones la "heladerita" se convierte en una verdadera aliada para quienes buscan opciones más económicas y saludables.

De todos modos, en este contexto también es posible pensar alternativas nutritivas, que nos permitan reemplazar la típica bebida gaseosa y los sándwiches de jamón y queso, integrando a los más chicos en la preparación diaria. Tampoco se trata de eliminar algún "gustito" o "permitido", si bien debemos recordar que nuestra salud no se toma vacaciones y para nuestro cuerpo es importante siempre recibir el "combustible de mejor calidad".

Para la licenciada en Nutrición María Florencia Roa (MN 6769), "el verano es ideal para consumir menos calorías o comidas livianas y frescas, y el comienzo del año una época excepcional para comenzar a adoptar hábitos más saludables que podamos mantener los 365 días".

"Es importante que los más chicos continúen con sus rutinas diarias, incluso las alimentarias. Esta época no tiene por qué suponer un cambio en sus hábitos; por el contrario, las necesidades nutricionales son las mismas a lo largo de todo el año, si bien la selección de alimentos puede variar", destacó la especialista de la Fundación Cardiológica Argentina.

"Esta época no tiene por qué suponer un cambio en los hábitos de los más chicos; por el contrario, las necesidades nutricionales son las mismas a lo largo de todo el año"

En este sentido, brindó algunos tips para armar una vianda completa, que guste a grandes y chicos, sin perder de vista los nutrientes y la hidratación necesarios para esta estación de tanto calor:

* En primer lugar, y teniendo en cuenta las altas temperaturas del verano, lo más importante es la hidratación. Se recomienda beber agua, de 2 a 3 litros diarios. El tereré es una infusión muy popular en verano, como reemplazo del mate con agua caliente, mientras la charla va y viene. Recomendamos prepararlo con jugo de naranja natural, sin azúcar o en su defecto con jugos en polvo dietéticos.

* Para el almuerzo, las tortillas de maíz con frescos ingredientes son muy prácticas y fáciles de preparar. Podemos prepararlas con queso port salut light, rúcula, palmitos y palta; o zanahoria, huevo duro y espinaca con queso blanco. No nos olvidemos de las ensaladas, que, mientras más colores tengan, más nutritivas serán. Se pueden llevar varios tuppers con los ingredientes listos para consumir (lavados y cortados) para que cada uno se prepare la suya; por ejemplo: trocitos de pollo o carne cocidos, una lata de atún o sardinas con champignones frescos, morrones (pueden ser asados), tomates cherries, apio, radicheta y algunas nueces picadas para darle un toque crocante.

* Las frutas siempre son una buena opción en todas sus versiones. La clásica ensalada de frutas nos refresca, y en la heladerita se conserva bien. Al igual que con las ensaladas, en las frutas la variedad de colores refleja variedad de nutrientes.

* Otra alternativa como colación son los huevos duros, o los tan playeros choclos, ¡Ojo! Eso sí, sin manteca. El yogurt descremado firme o bebible, la gelatina y los frutos secos como nueces, almendras o castañas de cajú (cantidad aconsejada: 5 – 10 unidades) son también muy buenas opciones en este momento.

* Para la tarde, optemos por las vainillas, las galletitas de bajo tenor graso, el pan de semillas o las galletas de arroz (preferentemente no superar las 2 o 3 unidades).

* Si queremos tomar un helado, también podemos hacerlo. Siempre es preferible elegir los helados light o palitos de agua.