Los Estados Unidos y Cuba revisarán este miércoles en La Habana los convenios migratorios al comenzar una histórica reunión de dos días que preparará el restablecimiento de relaciones diplomáticas después de superar medio siglo de enfrentamientos de la Guerra Fría.
"Nuestro cambio de política hacia Cuba tiene el potencial para terminar con un legado de desconfianza en nuestro hemisferio", dijo el presidente estadounidense Barack Obama en su discurso sobre el Estado de la Unión el martes en la noche, cinco semanas después de que anunciara un acercamiento con la isla, celebrado por el mundo entero.
"Estamos poniendo fin a una política que debería haber terminado hace tiempo. Cuando uno hace algo que no funciona durante 50 años es hora de probar algo nuevo", agregó Obama, quien pidió al Congreso que empiece a trabajar este año para levantar el embargo económico a la isla, vigente desde 1962.
En estas conversaciones, las primeras de alto nivel desde 1980, ambas partes fijarán una hoja de ruta para la normalización de relaciones y la reapertura de embajadas, con el fin de sepultar el último resabio de la Guerra Fría en América.
La sesión del jueves será encabezada por la subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, y la directora de Estados Unidos de la cancillería cubana, Josefina Vidal.
"Cuba va a estas conversaciones con un espíritu constructivo, de diálogo, de respeto, sin menoscabo de su soberanía", anticipó un responsable de la Cancillería cubana citado por medios locales.
El último alto funcionario estadounidense que visitó la isla comunista fue el subsecretario de Estado Peter Tarnoff en 1980.
Tarnoff hizo tres viajes en los que habló con Fidel Castro, ahora de 88 años y retirado del mando desde 2006, quien ha sido el gran ausente de la histórica reconciliación entre ambos países.
Dos temas preocupan particularmente a La Habana: el embargo y la permanencia de Cuba en la lista estadounidense de países que patrocinan el terrorismo, lo que priva a la isla de créditos internacionales.
Washington dijo que la revisión de la lista "está en proceso" y que Cuba podría ser retirada antes de la reapertura de embajadas, cerradas en 1961 tras la ruptura de relaciones diplomáticas.
Los Estados Unidos han advertido, sin embargo, que mantendrá su compromiso con los derechos humanos en la isla.
Este miércoles, los dos países revisarán los acuerdos migratorios firmados tras la crisis de los balseros de 1994, que prevén la entrega por parte de Washington de 20.000 visas anuales de migración a cubanos y la repatriación de los balseros interceptados en el mar.
La revisión de estos convenios será encabezada por el subsecretario adjunto para el Hemisferio Occidental, Edward Alex Lee, y Josefina Vidal.
Ambas jornadas de reuniones se efectuarán en el Palacio de Convenciones de La Habana.
Los viajes entre los dos países se han incrementado en los últimos dos años después de que el presidente cubano Raúl Castro eliminara las trabas para salir al exterior y que Washington flexibilizara la entrega de visas a cubanos.
"Pareciera que va a comenzar a desmontarse el factor político en el tema" migratorio, dijo a la AFP Antonio Aja, director del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana. "Cuba sigue teniendo un potencial migratorio independientemente de que las relaciones con Estados Unidos se reanuden", añadió.
En el telón de fondo del problema migratorio están la Ley de Ajuste Cubano de 1996, que da beneficios a los cubanos que no tienen los demás inmigrantes en los Estados Unidos, y el temor a una ola migratoria incontrolada.
"No hay planes de cambiar la política estadounidense si se trata de la Ley de Ajuste Cubano, la cual debe ser cambiada por el Congreso. No anticipo que abordemos este asunto en esta primera discusión", dijo un responsable del Departamento de Estado.
Cuba la denomina "Ley Asesina", pues afirma que incita a la emigración ilegal desde la isla y que ha dejado un número indeterminado de muertos en el mar.
"Los rumores y temores de que la Ley de Ajuste Cubano será abolida próximamente ya han ocasionado un aumento en el número de cubanos que intentan llegar a Estados Unidos", dijo a la agencia AFP Jorge Duany, de la Universidad Internacional de Florida.
En diciembre, 507 emigrantes cubanos ilegales fueron interceptados en el mar o llegaron a las costas de los Estados Unidos, más del doble que en diciembre 2013, según la Guardia Costera estadounidense.
Jorge de Armas, de Cuban Americans for Engagement, un grupo en los Estados Unidos que promovía la normalización con Cuba, afirmó que la Ley de Ajuste "no debe ser derogada hasta tanto no se elimine por completo el embargo".
"Hacerlo antes podría precipitar oleadas migratorias innecesarias y sin garantías, lo que propiciaría un clima de inestabilidad ", dijo De Armas a AFP.