El juez Ariel Lijo regresa de urgencia a Buenos Aires para investigar la denuncia de Nisman contra el Gobierno

El magistrado decidió dar marcha atrás con la decisión de María Romilda Servini de Cubría e hizo lugar a la denuncia presentada por el difunto fiscal, según confirmaron fuentes judiciales a Infobae

El juez Ariel Lijo Télam 162

La muerte del fiscal Alberto Nisman provocó un cimbronazo en la investigación de su denuncia contra el gobierno nacional: el juez federal Ariel Lijo resolvió adelantar su regreso y levantó la feria judicial para empezar a tratar la acusación presentada contra la presidente Cristina Kirchner, el canciller Héctor Timerman, el diputado Andrés Larroque y los piqueteros Luis D´Elía y Fernando Esteche.

La semana pasada, cuando el fiscal a cargo de la investigación del caso AMIA había denunciado la existencia de un supuesto plan para exonerar a los iraníes acusados por el atentado, la jueza María Romilda Servini de Cubría resolvió no habilitar la feria para que su denuncia fuese tratada.


Este lunes, Nisman tenía previsto acudir a la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados para exponer las pruebas de su acusación ante los legisladores en una reunión que se preveía iba a realizarse a puertas cerradas.


Pero esa presentación ya nunca podrá realizarse: en la noche del domingo, el fiscal especial del caso AMIA fue encontrado muerto en el baño de su departamento. Ahora, la fiscal Viviana Fein y el juez nacional Criminal de Instrucción Nº5, Manuel Arturo de Campos, investigan su deceso.

"Todos los caminos conducen a un suicidio", señaló esta mañana el secretario de Seguridad, Sergio Berni, luego de que Nisman fuese encontrado con un disparo en la cabeza y un arma cerca de él. Pero las sospechas de la oposición y distintos analistas son muchas por estas horas. "Acá tenemos que hablar de un asesinato", sentenció el periodista Jorge Asís.


Los funcionarios y dirigentes cercanos al Gobierno fueron acusados de idear un plan para "fabricar la inocencia" de los iraníes acusados por el atentado que dejó 85 muertos en 1994 y así obtener acuerdos comerciales que incluyeran el intercambio de granos y carne por energía.

"Es la Presidenta la que decidió absolutamente todo", había asegurado el fiscal. Según su denuncia, ella fue quien "le da la orden a Timerman de limpiar a Irán de este problema" y también fue quien "estableció que exista una diplomacia paralela para manejar estas cosas".