En general las comparaciones con el nazismo se han probado poco adecuadas, ya que nada se acerca a la barbarie de la Shoa y la tragedia de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo el filósofo y semiólogo italiano Umberto Eco, el novelista best seller de "El nombre de la rosa", apeló a esa comparación para hablar del terrorismo yihadista.
"El Estado Islámico (ISIS) es el nuevo nazismo", declaró en Il Corriere della Sera. "Han cambiado las modalidades de la guerra; hay una guerra en curso y nosotros estamos metidos hasta el cuello, como cuando yo era niño y vivía mis días bajo los bombardeos que podían arribar de un momento a otro sin que yo lo supiera". ISIS, dijo, se parece al movimiento de a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" Adolf Hitler/a por "sus métodos de exterminio y su voluntad apocalíptica de apoderarse del mundo".
¿Es tal el grado de peligro del extremismo islámico?
"Estoy de acuerdo con Eco", dijo la periodista Brigitte Nacos, profesora de Ciencia Política en Columbia University y autora de Terrorism and Counterterrorism y Mass-Mediated Terrorism, entre otros libros. "Si un grupo divide al mundo en nosotros de un lado y ellos del otro, con la voluntad expresa de o bien matar o bien oprimir a aquellos que no comparten sus preceptos utópicos pseudo-religiosos, no hay espacio para negociar o coexistir", sintetizó. "Me temo que ISIS en particular es una organización así de extremista y utópica".
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El nazismo se oponía profundamente a la religión, recordó Joseph Prud'homme, director del Instituto para el Estudio de la Religión, la Política y la Cultura de Washington College. "La cosmovisión de Hitler era la del ateismo reduccionista borrego que concebía el mundo como sólo material y basado en las fuerzas impersonales de la selección natural. Es decir que hay un abismo profundo entre el nazismo y ISIS, que se basa en su convicción sobre un Dios creador inmaterial y que reconoce reglas de vida que no se pueden reducir a las fuerzas naturales", contrastó.
"Sin embargo, como Michael Burleigh ha argumentado de forma contundente, el nazismo y también el comunismo ateo fueron funcionalmente equivalentes a las peores formas de extremismo religioso", siguió el profesor de Ciencia Política. El extremismo deja de lado la religión tradicional, aclaró: "Como hace poco resaltó el Papa Francisco, ISIS es una forma pervertida del Islam". Para Prud'homme, "la interpretación del Islam que promueve ISIS es inconsistente con el espíritu de los evangelios y el de la civilización occidental".
Otro filósofo también habló de guerra. En una entrevista exclusiva con Infobae, el francés Alain Touraine dijo sobre el ataque a la redacción de Charlie Hebdo: "Esto fue una declaración de guerra, no un atentado".
Prud'homme coincide: "Esta forma pervertida del islamismo es una fuerza extraña que sin dudas está en guerra con nosotros y nuestro estilo de vida. Como Voltaire dijo sobre la Iglesia Católica (sin entenderla), nosotros debemos decir de ISIS: 'Écrasez l'infâme' ('Aplastad al infame')".
También para la autora del blog Reflective Pundit, quien dicta en Columbia University el e-seminario Covering Terrorism, la palabra es guerra. "Más allá de dónde se entrenaron los tres terroristas responsables de los incidentes en París, si con Al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP por su notación en inglés) en Yemen o con ISIS en Siria, o si se radicalizaron con la propaganda online escurridiza de un grupo u otro, la intención aquí es matar occidentales, ya sean militares o policías, funcionarios públicos o civiles", dijo Nacos.
"No sé si coincido", terció David Romano, profesor de Ciencia Política en Missouri State University. "Si miramos el video de los hermanos que atacaron la redacción de Charlie Hebdo, vemos que cuando se disponen a subir al automóvil, uno de ellos ni siquiera sabe cómo cambiar el cargador de su arma, y lo tiene que ayudar el otro. Esos no son soldados entrenados".
Para Romano también es posible una objeción conceptual: "No estoy seguro de que la metáfora de la guerra sea apropiada para la clase de conflicto que se desarrolla hoy. Es una lucha. Un choque de valores y narrativas. No es una guerra en el sentido tradicional. Creo que esa palabra va más en detrimento de lo que ayuda a mirar el conflicto".
–Un conflicto que continuará, ¿por qué?
–Me temo que hay muchas células dormidas, y muchas más se van a crear –advirtió Prud'homme, investigador de asuntos religiosos, culturales y políticos–. Esto es en parte por las tasas crecientes entre los jóvenes de conversión a las formas extremistas del Islam. Occidente se vuelve cada vez más secular. Nueva evidencia en la psicología de la religión, como también un repaso simple de la historia humana, nos muestran que la religión es una parte ineliminable de la condición humana. Cuanto más se burle Occidente de la religión, más religión resurgirá. Desafortunadamente, a veces lo hará de maneras retorcidas y horrorosas.
Nacos distingue que "la gran mayoría de los musulmanes en la diáspora occidental son gente pacífica". No obstante, observó, existe "una pequeña minoría, en especial en Europa Occidental, que ya se ha radicalizado o puede ser reclutada en el futuro". Sobre ese futuro, cree, se puede intervenir: "Tenemos que pensar en nuevas formas no sólo de prevenir que esos jóvenes musulmanes se unan en efecto a grupos como ISIS, sino también que se auto-radicalicen por medio de la propaganda en línea, algo igualmente importante".
Esa diáspora tiene raíces históricas. Si en Francia vive la mayor población musulmana de Europa, en buena parte se debe a su posesión de Argelia, que se independizó en 1962 tras una guerra de liberación. El tembladeral de Medio Oriente y los conflictos étnicos y religiosos en los Balcanes, África y Asia también contribuyen a esa diáspora. ¿Hará falta tomar en consideración el colonialismo, el imperialismo y las intervenciones políticas y militares de los países liberales para analizar el ascenso del extremismo religioso iliberal?
"Occidente tiene grandes manchas en su pasado", observó Romano. "En realidad, el motivo por el cual el liberalismo sostiene con tanta fuerza el secularismo y la libertad de expresión es porque la Iglesia Occidental fue la que quemó a Copérnico por decir que la Tierra giraba alrededor del Sol y a otros como él a los que se acusó de blasfemos. Por eso tuvimos un Iluminismo que se concentró tanto en la libertad de expresión como opuesto a la blasfemia".
Para el politólogo de Missouri State University, Occidente tendría que pensar de modo introspectivo en las consecuencias del colonialismo en el mundo. "Esto no excusa ni justifica a grupos como ISIS", aclaró. "Esto es sólo para pensar con sensatez en la herida que ha quedado en el mundo no Occidental".
Sin dejar de reconocer que el colonialismo y el imperialismo causaron muchos males, Nacos puso en perspectiva: "En la historia también se cometieron muchos males en nombre del islam". Su mensaje es optimista: "En la era de la globalización y un mundo interconectado, hay que sobreponerse a los males del pasado mediante un entendimiento mejor de lo que la humanidad puede ganar si elige la colaboración".
Prud'homme desmiente los dos ejemplos que se suelen ofrecer cuando se habla de los males de Occidente. "Las cruzadas: no debemos olvidar que nacieron para responder a la persecución de los peregrinos cristianos por los turcos selyúcidas, y que el islam ganó las cruzadas, a las que veía como una molestia lejana ya que estaba más preocupado por la amenaza masiva de los mongoles en Oriente", dijo. "Lo mismo se aplica al colonialismo europeo, que con frecuencia mejoró de modo significativo el nivel de vida de las poblaciones nativas. La idea de que estos ejemplos pueden ser parte de una justificación de ISIS está profundamente equivocada".
Aunque propone que Occidente piense de modo introspectivo sobre la historia colonial -"y también la historia más reciente, cuando Occidente ha intervenido militarmente Afganistán o Irak y han muerto civiles"–, Romano también insiste en que "nada de eso puede excusar a grupos como ISIS".
Además, agregó, "Occidente tampoco debe estar pidiendo disculpas todo el tiempo". Nadie está impoluto. Complementó Prud'homme: "La interpretación yihadista del Islam antedata cualquier trato con Occidente: data de los tiempos tempranos del islam".