Otra muerte sacude la provincia del Chaco. Esta vez se trata de Carlos Cáceres, un chico de 16 años que falleció por tuberculosis, la misma enfermedad que le quitó la vida a Néstor, el qom de 7 años que además padecía desnutrición.
Los padres de Carlos denuncian que en el hospital de Fontana no recibieron toda la asistencia posible: "Primero lo llevé a la sala del barrio toba y me dicen que él no tenía nada y de ahí yo lo llevo al hospital de Fontana y de allí me mandaron a hacer análisis y placas y me volvieron a decir que no tenía nada. Hasta el 31 de diciembre pasé año nuevo en el pasillo del hospital con tres sueros", detalló Viviana Gauna, madre del niño fallecido. Respecto del tratamiento que le indicaban a su hijo, agregó que "le daban dos medicamentos y lo mandaban a la casa. Estaba tomando amoxicilina y Bisolvon".
Según publica el portal Diario21, los padres supieron que Carlos murió por tuberculosis luego de que había fallecido. "Nosotros nos enteramos que tenía tuberculosis por el acta de defunción, y ellos (los médicos del hospital) me decían que no tenía nada", denunció la madre.
"Somos discriminados porque somos aborígenes, como si fuera que no somos seres humanos. Cuando falleció nos enteramos de lo que tenía él. No quiero que pase otra familia lo mismo que pasamos nosotros, queremos que haya un poco más de atención para los aborígenes" reclamó entre lágrimas el padre del niño, Carlos Ramón Cáceres, en diálogo con Canal 9 Resistencia.
Por su parte, el director del hospital de Fontana se defendió de las acusaciones de los padres del adolescente fallecido: "El certificado de defunción dice tuberculosis, pero tiene también tres causas probables de muerte, como corresponde al protocolo: el paro cardiorespiratorio, neumonía y tuberculosis probable porque el chico estaba en estudio, no estaba certificado aún".
Cuando se conoció la muerte de Néstor, el niño qom de 7 años que falleció por tuberculosis y desnutrición, Jorge Capitanich señaló que se trató de un "caso aislado". Luego, el jefe de Gabinete fue aún más lejos y aseguró que la difusión del caso es "una operación política de una magnitud extrema".