"¿Un cráneo humano?" Esa fue la pregunta que los agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) se hicieron cuando la valija de un ciudadano suizo pasaba por la máquina de rayos X. El joven turista fue detenido. Interrogado, alegó que se trató de un hallazgo en el cementerio de Recoleta y negó haber hurtado la pieza.
El hecho ocurrió el lunes pasado, a las 16 horas, en momentos en que Vasilli Echser, ciudadano suizo de 19 años, quien había venido en viaje turístico a la Argentina, se aprestaba a abordar un vuelo de la empresa Lufthansa en el Aeropuerto de Ezeiza.
Instantes antes, había despachado su valija, como si nada. Pero a través de los altoparlantes, los policías lo llamaron por un "problema" en su equipaje. Envuelto en una toalla y dentro de una bolsa plástica, habían encontrado un cráneo humano.
Ante la fiscal federal de Lomas de Zamora, Patricia Cisnero, Echser dijo que recogió el cráneo en un basural dentro del cementerio de La Recoleta, que había visitado ese mismo día por la mañana. Negó haberlo tomado de algún lugar bajo resguardo, y aseguró que la pieza estaba al alcance de cualquiera.
Ante la fiscal, declaró sentirse "muy emocionado" por el hallazgo y que decidió llevarlo "para mostrárselo a amigos". La declaración del turista fue hecha mediante traductor y con la asistencia del defensor oficial Ariel Sukevicius.
El joven, que quedó imputado por el presunto delito de hurto, se ofreció a indicar en persona dónde tuvo lugar el excitante hallazgo. Así se hizo. Una comisión policial acompañó esta misma semana al turista de regreso al emblemático cementerio porteño, donde Echser señaló el sitio donde encontró el resto humano.
Ahora falta corroborar su historia. Los investigadores solicitaron las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad. Pero por ahora el turista no puede salir del país ya que sobre él pesa una restricción dispuesta por la fiscal, medida que podrá levantarse cuando se descarte la comisión de un hurto.