Corinne Rey, colaboradora de la revista francesa Charlie Hebdo, fue quien tecleó el código de acceso al edificio donde funcionaba la redacción, dejando entrar a los dos terroristas que abrieron fuego y mataron a 12 personas e hirieron a otras 11. Según contó a la prensa, todavía en shock, había ido a buscar a su hija al jardín de infantes y regresaba al lugar cuando fue sorprendida por los atacantes.
"Cuando estaba por entrar, vinieron dos hombres encapuchados y armados. Nos amenazaron brualmente", explicó. "Querían entrar. Escribí el código... Le dispararon a Wolinski, Cabu. Eso duró cinco minutos. Me refugié en una oficina", agregó desconsolada. De acuerdo con Rey, ambos hombres hablaban "perfectamente francés" y "se reivindicaron como miembros de Al Qaeda".
Las autoridades han determinado que los atacantes eran tres en total, aunque sólo dos habrían ingresado a la redacción, ubicada en el 10 de la calle Nicolas Appert, cerca del canal San Martín, en una concurrida zona de París. Todavía no fue confirmado si los hombres respondían a una célula terrorista, pero sí que se trata de musulmanes, ya que gritaron "Viva Alá. Hemos vengado al profeta". La revista satírica solía burlarse de las religiones, incluido el islamismo.
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Los tres terroristas, que mataron a 10 miembros del equipo editorial de Charlie Hebdo y a dos policías, fueron identificados. Uno de ellos, Mourad Hamyd, de 18 años, se entregó hoy a la policía. Los otros dos, los hermanos Said y Cherif Kouachi, de 34 y 32 años, están siendo intensamente buscados por más de 80.000 agentes, que han montado un megaoperativo en todo el país.
Distintos testigos afirmaron haber visto a los sospechosos en el norte de Francia, por lo que las unidades especiales ya se desplegaron en la zona. Mientras tanto, la policía francesa reveló que el Citröen C3 en el que se trasladaron para perpetrar la masacre tenía en su interior dos banderas yihadistas y una docena de cócteles molotov. "Esto demuestra su radicalización islamista y que posiblemente tenían planeado otros actos con las bombas de petróleo", señaló un informante a la agencia de noticias AFP.
Pese al atentado, el semanario volverá a salir a las calles el próximo miércoles, como es su costumbre. Se tratará de una edición especial con una tirada de un millón de ejemplares, 17 veces más que lo que suele imprimir. Tendrá menos páginas y será un homenaje a los miembros de la revista que fueron asesinados. Las semanas subsiguiente, la revista seguirá funcionado. Para eso, la redacción se trasladó a las oficinas del periódico Libération.
Entre los fallecidos en el brutal atentado, se destacan los caricaturistas Jean Cabut ("Cabu"), Bernard Verlhac ("Tignous"), el histórico Georges Wolinski y el director de la revista, Stéphane Charbonnier ("Charb"). También fueron asesinados Bernard Maris, editor en jefe de la publicación y economista; la psiquiatra y cómica Elsa Cayat; Michel Renaud, presidente y fundador del festival Rendez-vous Carnet de Voyage; el corrector Moustapha Ourrad y el empleado de mantenimiento Fréderic Boisseau. Y los dos policías Franck Brinsolaro y Ahmed Merabet.