Los cuatro detenidos que tenía la investigación por el crimen de Lola Luna Chomnalez recuperaron la libertad tras brindar breves declaraciones ante la jueza uruguaya Marcela López.
"Yo sólo estuve trabajando", declaró a la prensa Juan Sosa, de 20 años, uno de los albañiles detenidos a poco de recuperar su libertad, engrosando la lista de sospechosos demorados que tuvo la causa.
El albañil había quedado en la mira de la Justicia ya que es uno de los dos obreros que entre el 27 y el 30 de diciembre estuvo pintando el techo de una casa azul y amarilla frente a la playa del balneario Valizas.
Sobre su compañero, que sería un sospechoso, indicó: "Yo estaba trabajando y vi a este muchacho que estaba muy mal. Le ofrecí trabajo y ahora la Policía lo está buscando".
El segundo liberado es un vecino de Castillo que habría sido detenido por su parecido con el identikit confeccionado en base a la descripción de los testigos y se presentó a los medios como Mariano. "No tengo nada que ver. Soy inocente, como la víctima", lamentó a la salida de los tribunales uruguayos.
"Hay cosas que te indignan porque es un papelón. Yo estuve tranquilo en todo momento porque soy una persona que quiere todo el mundo. Ahora quiero ir a darles un abrazo grande a mis amigos y a mi madre y decirle que sigo siendo el mismo de siempre", agregó el segundo liberado, que pasó una noche detenido.
Consultado sobre el interrogatorio, contó: "Me preguntaron si había ido a Valizas, donde yo nací, y les dije que no. Una vez sola en la temporada fui a Aguas Dulces, antes de Navidad, en la noche, un rato, a escuchar los tambores. Después de ahí no pude ir ni a pegarme un 'chapuzón'".
Menos de una hora después de la primera liberación, el tercer detenido dejó la sede judicial y se fue caminando en ojotas juntos a unos amigos que lo esperaban en la puerta. Al parecer, es un pescador de 29 años llamado Martín, que también trabajaba como albañil. "No estuve en Valizas", se limitó a declarar a los medios.
Finalmente, sobre las 20 horas de Uruguay el último demorado quedó en libertad. De acuerdo a TN, habría alojado al sospechoso del identikit en su casa. Y en su casa habrían encontrado el pomo de una crema de manos de una marca argentina que podría haber estado en la mochila rosa de Lola, que todavía no fue encontrada.