"Hoy por hoy vivo el presente y pienso en ganar títulos este año. Muchas veces lo dije que si por mí fuera me quedaría siempre en el Barça. Después se verá, el fútbol es muy cambiante, da muchas vueltas y no siempre se da todo lo que a uno le gusta". En noviembre pasado esta frase de Lionel Messi alertó al mundo Barcelona. El mejor futbolista de su historia estaba poniendo en duda su futuro pero nadie creyó que esto, su salida del club al que llevó a la máxima gloria, pudiera efectivamente concretarse... hasta hoy.
Sucede que el momento actual del club catalán no permite que "La Pulga" se sienta cómodo. Su mala relación con el técnico Luis Enrique es ya vox populi y, se sabe, cuando Messi no se siente arropado, su nivel deja de ser desequilibrante y, así, el crack ya no corre, ya no elude, los hinchas ya no cuentan con el desenlace antes seguro del gol, del triunfo, del éxito.
En este marco son varios los directivos de clubes que se encerraron en sus oficinas para hacer números y hacer una oferta por uno de los mejores de todos los tiempos pero... ¿cuánto dinero hace falta para llevarse a Messi?
La cifra es contundente: €350 millones. El contrato de "La Pulga" con el Barcelona es hasta 2018 y tiene una cláusula de rescición de €250 millones, a los que hay que sumarle otros €100 millones (€20 M anuales), los que implica el pago de su contrato. En mayo pasado quedaron establecidas estas cifras cuando el rosarino firmó una "adecuación" de su vínculo en una reunión en la que estuvo acompañado por su padre, Jorge Messi, y por el presidente del club catalán, Josep Maria Bartomeu.
Ya hay varios clubes que sueñan. Chelsea se ha postulado como uno de los pretendientes a partir de que el propio Messi comenzara ayer a seguir en Instagram las cuentas del club y de dos de sus jugadores. Su dueño, el magnate ruso Roman Abramovic, ha demostrado en los 10 años que lleva al frente del club, que no repara demasiado en gastos. En 2003 compró la institución en €165 millones y desde entonces lleva gastados €1500 millones sólo en incorporaciones de jugadores y técnicos.
Otro de los aspirantes es el PSG, propiedad de Nasser Al Khelaifi, una de las 100 personas más ricas del mundo. Desde su llegada el club francés ha fichado jugadores de la talla de Zlatan Ibrahimovic, Javier Pastore, Ezequiel Lavezzi, Edinson Cavani, Davis Luis, Thiago Silva y hasta el mismísimo David Beckham. Dinero no es justamente lo que le hace falta.
Por último aunque algo más relegado aparece el Manchester City del jeque Mansour bin Zayed Al Nahyan. Miembro de la familia real de Abu Dhabi, destronó en 2009 al propio Abramovic y se convirtió en el hombre más rico del fútbol británico. Su fortuna es incalculable.