En el segundo trimestre del año pasado Xiaomi rebasó al gigante surcoreano Samsung Electronics para convertirse en la marca de celulares más vendida en China.
La compañía, nacida hace apenas cinco años, vendió 61,1 millones de teléfonos, un incremento de 227% sobre 2013. Los ingresos aumentaron 135%, a u$s12.200 millones, dijo Jun Lei en el blog de la empresa.
La compañía privada, con sede en Beijing, completó recientemente una serie de recaudaciones de fondos de inversionistas que Lei dice valuaron Xiaomi en u$s45.000 millones, lo que la hace una de las compañías tecnológicas más valiosas en el mundo.
Xiaomi planea expandirse más en el exterior tras vender un millón de teléfonos el año pasado en India, su mayor mercado extranjero, aunque no dio indicios que a cuáles mercados pudiera apuntar.
Xiaomi tuvo problemas legales en diciembre en India luego que una corte bloquease ventas de algunos de sus teléfonos mientras analiza una demanda de la compañía sueca LM Ericsson de que la firma china violó sus patentes.