El canciller de Chile, Heraldo Múñoz, sostuvo hoy que su país no aceptará la mediación de terceros en la demanda de Bolivia por un acceso soberano al océano Pacífico, ya que se trata de un tema "completamente bilateral". Sus declaraciones fueron hechas luego de que el presidente de Bolivia, Evo Morales, dijera en una entrevista que el papa Francisco le pidió antecedentes sobre el conflicto y esbozara una posible participación del Pontífice en la disputa.
"Chile no ha aceptado en el pasado, no acepta ni aceptará mediación alguna en un tema que es absolutamente bilateral, que le compete sólo a Chile y Bolivia", insistió Muñoz a la prensa tras una reunión con un comité asesor para la demanda boliviana. "Chile nunca considerará ceder territorio bajo presión ni mediación de alguna especie. Eso está meridianamente claro para nosotros y menos aún cuando hay un caso en La Haya", agregó.
Bolivia recurrió, en abril pasado, a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en su lucha de décadas para recuperar una salida al mar que perdió tras la Guerra del Pacífico contra Chile en el siglo XIX. Morales fue consultado sobre una posible intervención del Papa en el diferendo tras las exitosas gestiones del Vaticano para la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
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"Me pidió documentación para estar informado, pero no quiero comentar en detalle sobre ese tema", dijo Morales en una entrevista concedida al programa El Pueblo es Noticia, de Bolivia TV. El presidente hizo referencia al denominado "Libro de Mar", que contiene los justificativos históricos y políticos de Bolivia en su reclamo. El texto también contiene los antecedentes de la demanda interpuesta en 2013 por Bolivia contra Chile en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Chile impugnó la competencia de la CIJ para evaluar la demanda de Bolivia, argumentando que existe un tratado limítrofe desde 1904 entre los países, antes de la firma del acuerdo que establece la jurisdicción de La Haya. Sin embargo, el gobierno de Morales insiste en que no quiere modificar las fronteras, sino que busca obligar a Chile a negociar una salida soberana al mar.