La joven Lola Luna Comnalez (15) murió por asfixia, confirmaron los peritos forenses encargados de realizar la autopsia, quienes declararon hoy ante la jueza letrada de primer turno, Marcela López. Además, indicaron, el cuerpo no presentaba lesiones vinculadas a un abuso sexual.
Según explicaron, las heridas cortantes que presentaba el cuerpo, entre ellas una en el cuello, no fueron mortales. Y además había rastros de arena en sus pulmones, por lo que se podría presumir que la menor aún estaba con vida cuando fue enterrada por su atacante. "La presencia de arena en los pulmones hace suponer que hubo un intento por parte de la víctima de respirar mientras estaba en contacto con la arena", dijo el vocero de la Suprema Corte de Justicia de Uruguay, Raúl Oxandabarat.
Esta madrugada, la madrina de la víctima, Claudia Fernández, y su esposo, Hernán Tuzinkevich, los únicos detenidos que había en la causa, fueron liberados por falta de pruebas, aunque seguirán a disposición de la Justicia en calidad de "indagados".
La adolescente fue encontrada muerta el martes pasado -luego de al menos dos días de búsqueda- en una playa del departamento uruguayo de Rocha.
La madrina de Lola y su pareja abandonaron la sede judicial alrededor de las 3:30 de este viernes, luego de que ambos prestaran una extensa declaración indagatoria.
La jueza López entendió que no hubo pruebas ni otros elementos que justificaran la aprehensión de la pareja, como tampoco de un joven, que habría enviado mensajes a la familia de la chica, por lo que ya no quedan detenidos en la causa.
Gustavo Bordes, el abogado de la defensa de ambos, confirmó durante la madrugada que "no hay pruebas incriminatorias" sobre Fernández y Hernán Tuzinkevich y que, tras la indagatoria, quedaron sin restricciones para su libertad, incluso para salir del país.