La mala suerte común tiene un rol clave en la determinación de quién se enferma de cáncer y quién no, según investigadores que descubrieron que dos tercios de la incidencia de cáncer de varios tipos puede ser atribuida a mutaciones aleatorias y no a factores hereditarios o hábitos como fumar.
Los investigadores dijeron el jueves que las mutaciones aleatorias del ADN que se acumulan en varias partes del cuerpo durante la división celular normal son los culpables principales detrás de muchos tipos de cáncer.
Los investigadores estudiaron 31 tipos de cáncer y descubrieron que 22 de ellos, incluyendo la leucemia y el cáncer de páncreas, huesos, testículos, ovarios y cerebro, podrían ser explicados, en gran medida, por esas mutaciones aleatorias: básicamente mala suerte biológica.
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Los otros nueve tipos, entre ellos el cáncer colorrectal, el cáncer de piel conocido como carcinoma de células basales y el cáncer pulmonar vinculado con el consumo de tabaco, eran más fuertemente influenciados por factores genéticos y ambientales, como comportamientos de riesgo o exposición carcinógena.
En general, atribuyeron un 65 por ciento de la incidencia de cáncer a las mutaciones al azar en los genes que pueden conducir al crecimiento del cáncer.
El diario británico Telegraph elaboró una infografía separando los tipos de cáncer por su origen.
Producidos por "mala suerte": cerebral, cabeza y nuca, esófago, pulmonar en no fumadores, óseo, hígado, páncreas, piel, ovarios y testicular. Originados en conductas y genes: piel (en células basales, por sobreexposición al sol), garganta (virus), tiroides (radiación), pulmonar (fumadores), hígado (virus), colon (alimentación con carnes rojas o predisposición genética).
"Cuando alguien se enferma de cáncer, las personas quieren saber de inmediato por qué", dijo Bert Vogelstein, oncólogo del Hospital Universitario de Medicina Johns Hopkins, en Baltimore, quien dirigió el estudio, publicado en la revista Science, junto con el biomatemático Cristian Tomasetti, también de Johns Hopkins.
"Les gusta creer que hay una razón. Y el motivo real en muchos casos no es que uno no se comportó como era debido o que se expuso a alguna mala influencia del ambiente, fue sólo que esa persona tuvo mala suerte".
Tomasetti dijo que las mutaciones dañinas se producen por "ninguna otra razón particular más que la aleatoriedad", dado que las células madre del organismo se dividen en varios tejidos.
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Tomasetti agregó que el estudio indica que cambiar el estilo de vida y hábitos como fumar para evitar el riesgo de cáncer podrían ayudar a evitar ciertos tipos de la enfermedad, pero que para otros no sería tan efectivo.
"Es por eso que deberíamos centrar más investigación y recursos en encontrar formas de detectar esos cánceres en etapas tempranas y más curables", dijo.
El biomatemático Cristian Tomasetti, también de Johns Hopkins, vocero del grupo
Los investigadores trazaron la cifra acumulativa de las divisiones a lo largo de la vida en las células madre de un tejido determinado -por ejemplo, en los pulmones o colon- y las compararon con el riesgo de cáncer en la vida de ese tejido.
En términos generales, los tejidos que pasan por más divisiones -incrementando de ese modo la probabilidad de mutaciones aleatorias- eran más propensos a tener tumores.
El estudio no cubrió todos los tipos de cáncer.
No se consideraron el cáncer de mamas ni el de próstata porque los investigadores no pudieron determinar tasas confiables de división de las células madre.