El chubutense Omar Narváez fue vapuleado por el japonés Naoya Inoue, que lo venció por nocaut en el segundo round y le arrebató el título supermosca de la Organización Mundial de Boxeo en un combate realizado en el Hotel Grand Palace de Tokio.
El argentino, de 39 años, fue superado desde el primer instante de la pelea, cayó dos veces en el primer asalto y, tras ser derribado una vez en el segundo, no soportó un gancho de izquierda a la zona hepática y en la cuarta vez que visitó la lona no logró levantarse.
Inoue ratificó ante quien fuera un gran campeón las expectativas que había generado en su país al superar con mucha facilidad a un rival de fuste.
El japonés de 21 años (8-0-0, 7 nocauts) no respetó a quien era el campeón y eso se notó en el plan de pelea debido a que desde el inicio el retador tomó el centro del cuadril tero y salió decidido a atacarlo.
A pesar que debió subir dos categorías para este combate, Inoue no perdió velocidad ni poder de fuego en sus puños y fue tan certero como efectivo.
El nipón mostró poder en su jab de izquierda y también en su cross de derecha y casi todas las manos que lanzó conmovieron a un Narváez que no mostró su habitual juego de piernas y destreza para eludirlas.
En el primer asalto y antes de los 30 segundos, un cross de derecha de Inoue mandó al argentino a la lona y esa situación presagiaba una noche complicada.
Narváez intentó caminar el ring, pero el japonés se le fue al asedio con decisión y volvió a derribarlo, esta vez con un golpe voleado de izquierda.
El argentino no la pasaba bien, no podía evitar el castigo y, cuando intentó contragolpear, se encontró con un cross de izquierda que lo derribó a mediados del segundo asalto.
El golpe de gracia de Inoue llegó cuando estaba por terminar la vuelta y fue a través de un gancho de izquierda en la zona hepática que dejó a Narváez tirado en el piso y sin posibilidades de levantarse.
El chubutense había conquistado el cetro de los supermoscas del CMB en mayo de 2010 cuando derrotó a Everth Briceño y antes ostentó la corona mosca de la Organización Mundial de Boxeo, que defendió con éxito 16 veces para marcar un récord para campeones mundiales argentinos.
Además, el chubutense fue campeón panamericano en Winnipeg 1999 y representante olímpico en Atlanta 1996 y en Sidney 2000.