Esta performance -que es poco probable que sea tolerada por el Gobierno- busca "que los cubanos expresen pacíficamente qué ideas tienen sobre su nación y su futuro a partir del restablecimiento de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos", según un correo electrónico enviado a la AFP firmado por el llamado movimiento Yo también exijo, de Bruguera.
La artista explicó que en esta performance, cada participante hablará ante un micrófono durante un minuto y podrá decir lo que quiera, pero sin hacer "llamados a la violencia, discriminación, ofensas a la integridad de las personas, actos ilegales, ni acciones violentas contra el orden público".
"La obra será un hecho artístico que permitirá a los cubanos de a pie hablar con voz propia sobre los temas que les preocupan a punto de comenzar un nuevo año", dijo en la nota Bruguera, de 46 años, que reside alternativamente en Cuba, Francia y Estados Unidos, y quien llegó el viernes a la isla con este propósito.
La Plaza de la Revolución, frente a la casa de gobierno, el Comité Central del Partido Comunista (único) y el poderoso Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, es sede de multitudinarias manifestaciones del Gobierno y nunca han sido toleradas actividades opositoras o al margen de instituciones oficiales.
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Según Bruguera, una docena de artistas e intelectuales apoyan esta convocatoria, que tiene su antecedente en una actividad denominada El Susurro de Tatin, que la artista montó en 2009 en el Centro Wifredo Lam, en el marco de la Bienal de La Habana, y que fue utilizada como tribuna crítica contra el gobierno de Raúl Castro.
"Es lo que llamo 'Arte Hecho para un Momento Político Específico', el cual se puede traducir como obra realizada para un contexto y coyuntura política determinados", explicó la artista.
Las autoridades no han reaccionado públicamente a la iniciativa, pero el profesor universitario y ex agente de inteligencia Raúl Capote desvirtuó el carácter artístico de la propuesta.
"No buscan la paz, ni la libertad de expresión, buscan generar enfrentamientos, provocar confusión, desorden, en momentos en que la derecha fascista de Miami tiembla ante el fin de su hegemonía del terror, el tiempo corre contra ellos y el gran negocio de la guerra contra Cuba se les viene abajo", escribió Capote en internet.
Esta convocatoria ha sido distribuida a través de las redes sociales y correos electrónicos, al margen de los medios de comunicación de la isla, que están bajo control estatal.