El Ejército capturó a cuatro presuntos integrantes de las FARC y desarticuló una fábrica de explosivos artesanales en una operación en un paraje rural al suroeste de Colombia, en el conflictivo departamento de Cauca. "Se logró la captura de tres guerrilleros y una guerrillera, quienes portaban un fusil, tres pistolas 9 milímetros y proveedores varios", precisó un comunicado.
En la operación se incautaron 320 granadas artesanales de 81 milímetros, 150 kilos del explosivo Anfo, dos rampas de lanzamiento de 3 metros de largo y seis tatucos (granadas artesanales). "Las granadas artesanales de gran tamaño han sido algunos de los métodos y medios ilegales más utilizados por las FARC dentro de su accionar", explica el comunicado.
El gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas) mantienen un proceso de negociación desde noviembre de 2012 en Cuba. Las negociaciones se realizan sin un cese al fuego bilateral, dado que el mandatario argumenta que la guerrilla lo utilizaría para fortalecerse.
Sin embargo, las FARC adelantan desde el 20 de diciembre un cese al fuego unilateral e indefinido, aunque condicionado a que las estructuras guerrilleras no sean atacadas por el Ejército. Santos calificó como "positivo" este gesto de las FARC, pero defendió también el derecho del gobierno y los militares a hacer su labor.
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Como supuesto gesto de buena voluntad, las FARC liberaron ayer al soldado Carlos Becerra, quien había sido capturado hace una semana, antes del inicio de la tregua, durante una emboscada contra el Ejército y en la que murieron cinco militares. El ex rehén, que estaba herido y está a punto de ser padre, apareció en Jambaló donde representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), de los países garantes de los diálogos de paz, Cuba y Noruega, y del Gobierno lo recibieron.
Las FARC, fundadas en 1964, son la principal guerrilla del país con unos 8.000 combatientes, según cifras oficiales. El conflicto en Colombia, que ya dura más de medio siglo y en el que han participado guerrillas de izquierda, paramilitares de derecha, bandas criminales y agentes del Estado, ha dejado unos 220.000 muertos y 5,3 millones de desplazados.