Crece la polémica por la prohibición de los concursos de belleza

Ya en la ciudad bonaerense de Chivilcoy rige la medida y existe un grupo de provincias que quiere adherir a la norma. ¿Prohibir es la solución? Especialistas debaten en Infobae el tema, que ya dio la vuelta al mundo

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Los concursos de belleza se encuentran incorporados a la tradición en muchas localidades, que coronan a sus 'reinas' en cada una de las festividades. Sin embargo, se comenzó a cuestionar su esencia y por primera vez en el país, fue prohibido en una ciudad por considerarlos discriminatorios y sexistas. Los certámenes de niñas y adolescentes, en jaque.

En general, los reglamentos de los concursos de belleza convocan a chicas a partir de 15 o 16 años -y hasta 23, 24 o 25 años -, especificando medidas, peso, color de ojos y cabello. Hasta se les suele imponer como condición que sean solteras y no tengan hijos. En algunos casos se eligen "reinitas" entre nenas de 5 años, a quienes les exigen desfilar en trajes de baño para evaluar en función de su "belleza física" y otras cualidades como "porte", "desenvoltura" y "personalidad". Sin embargo, esta tradición parecería fomentar la "discriminación y la cosificación".

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El caso de Chivilcoy

Ubicada en el centro oeste de la provincia de Buenos Aires, a 160 kilómetros de la Capital Federal, Chivilcoy se convirtió en la primera ciudad del país que a través de una ordenanza eliminó los tradicionales certámenes de las fiestas municipales.

Y en un tono más grave, también señalan que "representan actos de violencia simbólica e institucional contra mujeres y niñas".

"El objetivo es no seguir sometiendo a las mujeres de Chivilcoy a la exhibición, la cosificación y la selección que implican los concursos de belleza, con el plus de que en su lugar se promuevan otros valores que apuntan a fomentar la construcción de ciudadanía con perspectiva de género", argumenta Claudia Marengo, integrante de la Secretaría de Igualdad de Género y Oportunidades.

De esta forma, el Concejo Deliberante aprobó por amplia mayoría la iniciativa promovida por la Secretaría de Género y la Asamblea por los Derechos de la Niñez de la CTA Regional Chivilcoy-Chacabuco-Alberti que ordena el cese de los concursos de belleza con patrocinio oficial.

Misiones por su parte, a través del Instituto nacional contra la Discriminación (INADI) presentó el mes pasado, a través de su delegado Mariano Antón, una iniciativa para eliminar los concursos de belleza en las escuelas con el fin de evitar los casos de acoso contra las participantes.

¿Prohibir es la respuesta?

Es cierto que hay como una remanencia en la sociedad de tomar a las mujeres como objeto.

"Pero plantear una prohibición es un tanto extremo. En su lugar debería haber una reflexión. El ideal sería encontrar un perfil en donde no haya una supremacía de una sola visión", explica a Infobae el médico psiquiatra Harry Campos Cervera, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina.

En ese marco, agrega que las agresiones que sufren muchas mujeres 'por ser lindas' en distintas localidades tiene que ver con hechos de discriminación, "como ocurre a quien se califica de feo'.

"Debería haber un movimiento para promover otro tipo de acuerdos: crear conciencia. Uno no puede prohibir la belleza pero sí generar un debate para plantear estándares de belleza, donde todos tengamos iguales oportunidades", sugiere el especialista.

También, incorpora el concepto de hacerlos equitativos, con hombres y mujeres, y así, que todos estén incluidos.

Sin embargo, hay una amplia mirada sobre el tema, que ya genera un enérgico debate: "Los concursos de belleza producen discriminación y exclusión a largas legiones de jovencitas que no responden al canon de la 'divina proporción' generando rivalidad , competencia y envidia entre mujeres, lo que determina la tan frecuente 'violencia intragénero'", contrapone la licenciada en psicología Adriana Guraieb.

"La enorme importancia que ejercen los estereotipos sociales, que ajustan e imponen sus patrones de belleza, especialmente a las mujeres a quienes les espera un largo camino de retoques, cirugías, tratamientos no invasivos e implantes, entre otros, para pertenecer al imaginario belleza-éxito-felicidad. Así los mandatos sociales exigen cada vez más".

En relación al antecedente que generó Chivilcoy, la licenciada lo reconoce como un acto de animarse a desafiar todos estos conceptos que sólo premian a la mujer por "un cuerpo bonito".

"Parecería que sólo deben ser disfrutadas, como un producto para el placer. Muchas de estas chicas, en el afán de lograr la belleza, sacrifican la salud, tienen trastornos alimenticios, en torno al culto de la imagen, y todo esto nada tiene que ver con la autoestima, porque si una mujer tiene dificultades en valorarse, en mantener una pareja, en no reaccionar agresivamente cuando la critican, por más belleza externa, el sufrimiento interior estará intacto. Ojalá inspire a una profunda reflexión y que las nuevas generaciones de mujeres aspiren a mucho más que ser mujeres-barbie", concluye Guraieb.

Vuelta al mudo

Medios internacionales prestaron gran atención a esta medida que se tomó en Argentina y plasmaron en sus páginas el debate que se está dando.

Entre ellos, está BBC Mundo

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ABC.es

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DailyMail

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The Telegraph

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