En un comunicado de prensa difundido hoy, Amnistía Internacional (AI) repudió la detención de 27 periodistas críticos del régimen turco, quienes se dedicaron en los últimos meses a descubrir hechos de corrupción que salpican al jefe del régimen, Racep Erdogan, presidente de Turquía.
La institución, una de las que más militan por los derechos humanos, urgió al gobierno de Erdogan a liberar a los periodistas apresados en las últimas horas, "a menos que tengan evidencia creíble de que hubieran cometido una reconocible ofensa criminal" en sus trabajos.
En el escrito, Amnistía Internacional destacó el papel que jugaron los comunicadores detenidos ayer domingo en los casos más resonantes de corrupción que involucran a las máximas autoridades del cada vez más autoritario gobierno de Erdogan.
Incluso, reprocha que las autoridades turcas tengan un alto porcentaje de arrestos bajo una "ley de terrorismo" que es aplicada incluso a aquellos que denuncian hechos de corrupción comprobables contra el gobierno central de Ankara. Bajo esa norma es que ayer domingo se ejecutó una ola de detenciones en todo el país que apuntó a "oponentes políticos", que es lo que habría pasado en este caso, según Amnistía Internacional.
"El abuso de esta ley constribuyó significativamente al lamentable récord de Turquía de criminalizar al disidente, lo que viola el derecho de la libertad de expresión", agrega el comunicado. Entre los reporteros detenidos se encuentran Ekrem Dumanli, editor jefe del diario Zaman, uno de los más leídos de todo el país, y Hidayet Karaca, presidente del grupo de comunicación Samanyolu, ambos medios líderes afines al movimiento Hizmet, enfrentado con Erdogan.
La operación se inició dos días después de que se publicara en Twitter un mensaje que anunciaba una operación policial contra 150 periodistas. "Este es un golpe contra la libertad de prensa. Dios está con la verdad y los oprimidos. Estos días pasarán, debemos defender la democracia", afirmó Dumamli en declaraciones recogidas por el mismo sitio web.
"Las democracias tienen un precio. Si este es el precio, lo pagaremos por nuestro pueblo", agregó el presidente del grupo de comunicación Samanyolu, Hayrettin Karaca.
"El proceso del que estamos siendo testigos no se ve en una democracia. Esto es un proceso de golpe de Estado. Nosotros nos unimos a los oprimidos", subrayó Kemal Kilicdaroglu, líder del opositor CHP, el Partido Republicano Popular.