Malala Yousafzai y Satyarthi Kailash recibieron el Nobel de la Paz en Noruega

La ceremonia de Oslo, donde homenajean a la estudiante pakistaní -sobreviviente de un atentado talibán- y al activista indio, abre una jornada que continuará en Suecia con la entrega del resto de los galardones

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El rey Carlos Gustavo de Suecia entregará, este miércoles, los Premios Nobel a diez hombres y una mujer, en una ceremonia que se celebrará en la Sala de Conciertos de Estocolmo y a la que asistirán más de 1.500 invitados y que comenzará a partir de las 16:15, hora local (15:15 GMT).

Carlos Gustavo entregará los premios de Medicina, Física, Química, Literatura y Economía, mientras que el de la Paz se dio más temprano en Oslo, tal y como estableció Nobel, quien creó estos galardones como última voluntad para reconocer los avances "que más beneficio reporten a la humanidad".

"Una joven y un hombre algo mayor, una paquistaní y un indio, una musulmana y un hindú, ambos símbolos de lo que este mundo necesita: más unidad, fraternidad entre naciones", dijo el presidente del comité Nobel, Thorbjoern Jagland, antes de entregar los premios en la alcaldía de Oslo.

Luego de recibir su premio, Satyarthi afirmó: "Unamos al mundo a través de la compasión por nuestros hijos. ¿Cuántas niñas permitiremos que no sean rescatadas? Yo represento aquí el sonido del silencio, el llanto de los inocentes y la cara de los invisibles. Me niego a aceptar que todos los templos, las mezquitas, las iglesias y las casas de oración no tengan lugar para los sueños de nuestros hijos".

El discreto activista indio que lucha contra el trabajo infantil además aseguró: "Me niego a aceptar que todas las leyes y constituciones, los jueces y la policía no sean capaces de proteger a nuestros hijos. Y también me niego a aceptar... Sólo una semana del gasto mundial en ejércitos es suficiente para que todos nuestros niños puedan estudiar en las aulas".

En otro pasaje de su discurso, Satyarthi indicó: "Desafío a la cultura del silencio. Hoy en día, veo a miles de Mahatma Gandhis, Martin Luther Kings y Nelson Mandelas marchando hacia adelante y pidiendo por nosotros".

"Hoy, más allá de la oscuridad, veo las caras sonrientes de los niños en las estrellas parpadeantes. Siente al niño que hay dentro de ti y escucha a ese niño", concluyó el coganador del Nobel de la Paz.

Luego fue el turno de Malala Yousafzai, quien señaló: "Este premio no es sólo para mí, sino también para todos aquellos niños olvidados que quieren educación. Esto es para aquellos niños sin voz que quieren un cambio".

"Yo apenas soy una persona comprometida y testaruda que quiere ver a todos los niños obtener una educación de calidad", agregó la defensora del derecho a la educación de las mujeres.

"Los terroristas trataron de detenernos y nos atacaron a mí y a mis amigos el 9 de octubre de 2012, pero sus balas no pudieron derrotarnos", añadió la adolescente de 17 años.

En este sentido, Malala se preguntó: "¿Por qué llevar armas es fácil, pero llevar libros es tan difícil?".

"Hemos sobrevivido, y desde ese día nuestras voces han crecido más y más fuerte. Y en la actualidad, somos la voz de 66 millones de niñas en todo el mundo", señaló Yousafzai.

La activista adolescente además afirmó: "Hemos tenido una falta de educación y, por esto, espero que a partir de ahora no veamos nunca más a un niño privado de ella. Que ésta sea la última vez que a una niña se le dice que la educación es un crimen y no un derecho".

Con el Nobel se convierte en la más joven galardonada de la historia, y su historia particular no termina ahí. En el mundo, 57,8 millones de menores sin escolarizar necesitan voces que los defiendan, en especial los 30,6 millones que son niñas.