"Brasil es extremadamente corrupto", dijo Janot al inaugurar una conferencia de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos (AIAMP) que se celebra en Brasilia, en coincidencia con el Día Internacional contra la Corrupción.
"Estamos en un día de celebración, pero en realidad solamente tenemos motivos para lamentar y lamentar mucho", apuntó en alusión a los niveles de corrupción que presenta Brasil y a la sucesión de escándalos que salpican a partidos políticos y empresarios.
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Janot se refirió en especial a unas corruptelas de gigantescas proporciones descubiertas en la petrolera Petrobras, de la que se sospecha que una mafia de empresarios y políticos desviaron en la última década cerca de 10.000 millones de reales (unos 3.850 millones de dólares).
Según la Policía Federal, que está a cargo del caso, ese dinero era obtenido mediante sobreprecios en numerosas obras contratadas por Petrobras y con la complicidad de decenas de empresas privadas.
Hasta el momento, han sido detenidos dos ex directivos de la empresa y ejecutivos de varias constructoras, que han confesado que los contratos firmados con Petrobras tenían sus precios aumentados en hasta un 3 % y que esa diferencia era desviada hacia partidos políticos de la base oficialista, pero también de la oposición.
Janot lamentó que, a pesar de que el Congreso brasileño aprobó el año pasado una ley que endurece las penas contra los empresarios que corrompen a los funcionarios públicos, el Gobierno de la presidente Dilma Rousseff aún no ha reglamentado el texto, lo cual afirmó que "urge" ahora, frente al escándalo de Petrobras.
"El país no soporta más esos niveles de corrupción"
También recordó que estas corruptelas han sido descubiertas luego de que, hace dos años, 25 empresarios y políticos, entre ellos importantes figuras del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) fueron a la cárcel por escándalos denunciados en 2005, durante el primer mandato de Luiz Inácio Lula da Silva, antecesor de Rousseff.
"Es evidente que no se puede generalizar, pero el país no soporta más esos niveles de corrupción y la desfachatez de muchos agentes públicos y malos empresarios", para los que la sociedad clama por "sanciones realmente efectivas", dijo el procurador.
Sobre Petrobras, reiteró que "ante un escenario tan desastroso de gestión", que "consume la empresa como si fuera un incendio", urge la más dura respuesta frente a quienes "asaltaron la empresa" y "avergonzaron" al país.
Janot reiteró que la Procuraduría General de Brasil se ha puesto en contacto con autoridades de Estados Unidos y Suiza, hacia donde se habría dirigido el dinero sustraído, con la meta de presionar "a los criminales que se valieron de fraudes y lavado de dinero para destruir el patrimonio de Petrobras y su marca".