Captcha y reCaptcha, creados hace años por el mismo desarrollador que hoy triunfa con la app de idiomas Duolingo, nacieron con un objetivo bien claro: evitar que la web se inundara con perfiles falsos capaces de llenar de spam cualquier sitio.
Si bien consiguen su objetivo en gran medida, los usuarios los odian porque muchas veces el texto es imposible de entender y de ahí que deban ingresar el código una y otra vez cuando buscan registrarse en algún servicio o descargar algún programa.
La deformación de las palabras y números que logra el sistema permite entonces distinguir entre humanos y una máquina o algoritmo. A pesar de ello, existen programas capaces de vulnerar los códigos.
¿Cómo simplificarlo? El nuevo sistema de Google pide clickear la opción "no soy un robot" en un casillero. Eso activa un proceso de verificación de imágenes, más sencillo de manejar incluso desde un dispositivo móvil.
De acuerdo con Google, seleccionar imágenes afines a las mostradas por el sistema resulta algo sencillo para un humano y más complejo para una máquina.
El sistema puede ser descargado gratis por los administradores de sitios web desde la página de la iniciativa.