Pese al crecimiento del presupuesto educativo, solo cuatro de cada diez chicos egresan de la escuela secundaria. Las cifras contrastan con lo que ocurre con otros países de América Latina, donde hay al menos diez naciones que superan los niveles locales. En términos porcentuales, la Argentina se ubica al final de la tabla (43%) de los graduados, mientras la encabezan Perú (70%), Chile (68%) y Cuba (63%).
En 2012, egresaron 285.699 alumnos, apenas 4.823 más que en 2003, según los últimos datos oficiales. El cuadro es peor si a este tímido crecimiento se le agrega que son 3.348 los alumnos que provienen de la enseñanza privada. Es decir, el incremento de graduación en la educación paga creció un 3,13% con respecto a 2003, en comparación con el de las escuelas estatales, que es de apenas el 0,85%.
En lo que respecta a volumen, del total de egresados en 2012 a nivel nacional, el 61,37% fue al Estado, mientras que el 38,63% proviene de las instituciones privadas, según los números que presentó el economista Alieto Guadagni en la Legislatura porteña, durante el seminario "La educación como requisito del cambio", que fue organizado por el diputado Oscar Moscariello en conmemoración de los 100 años del Partido Demócrata Progresista.
Esta desigualdad entre los estudiantes se reproduce también entre la Ciudad de Buenos Aires y el resto de las provincias. "Son dos las jurisdicciones donde hay más graduados de escuelas secundarias privadas que de escuelas estatales, a saber: CABA (57,69 por ciento) y Córdoba (50,87 por ciento); en el Conurbano Bonaerense la graduación secundaria privada es prácticamente equivalente a la estatal (49,42 y 50,58 por ciento). En el otro extremo, encontramos a provincias con una mínima graduación privada: Neuquén (17,25 por ciento) y Formosa (13,11 por ciento)", indica el informe.
Asimismo, de la ciudad de Buenos Aires surge la mayor cantidad de chicos egresados (el 55,4% de los que comenzaron la primaria doce años atrás), mientras que Misiones es la provincia con menores graduaciones, al obtener apenas un 20,5%, seguida por Santiago del Estero (22,1%) y Corrientes (24,5%).
Las cifras ponen de manifiesto la cuantiosa deserción de los estudiantes del sistema educativo, en un contexto en el que se produjo un aumento de la matrícula en el primer año de la secundaria del 12,66 por ciento con respecto al 2003. En 2012, se incorporaron a la enseñanza media 87.943 alumnos más que hace 11 años. Sin embargo, la desigualdad volvió también a manifestarse en este aspecto, en el que la matrícula privada creció más que la estatal (18,7% contra 10,2%).
Las gestiones de los ministerios de Educación nacional y provinciales exponen los magros resultados obtenidos en el rubro educativo, luego de que en 2006 se dictara la ley 26.206, en cuyo artículo 16, establece la obligatoriedad escolar entre los cinco años y el fin del ciclo secundario.