La guerrilla de las FARC y el gobierno colombiano acordaron este miércoles retomar el proceso de paz tras una interrupción de más de dos semanas, y avanzar en el "desescalamiento del conflicto" armado, al cerrar un cónclave de dos días en Cuba.
"Consideramos superada la crisis e informamos que hemos acordado que el próximo ciclo de conversaciones tendrá lugar entre el 10 y el 17 de diciembre, con el propósito de avanzar en el tema del desescalamiento del conflicto", señalaron las partes en un comunicado conjunto leído por el diplomático cubano José Luis Ponce, cuyo país es "garante" del proceso de paz junto a Noruega.
La decisión de avanzar en el "desescalamiento" implicaría que en el próximo ciclo se echaría a andar una "subcomisión" que debe preparar el "fin del conflicto", integrada por jefes militares de ambas partes.
Las FARC han venido insistiendo en acordar un "armisticio" u otras medidas para desescalar el conflicto de medio siglo, pero el gobierno colombiano se niega por considerar que una tregua bilateral sería aprovechada por la guerrilla para fortalecerse militarmente.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, saludó la decisión de retomar las negociaciones de paz, que él había interrumpido el 16 de noviembre tras la captura del general Rubén Alzate y dos acompañantes -incluida una mujer- por parte de las FARC, quienes fueron liberados el domingo.
"Celebro que en la mesa de La Habana se hayan puesto de acuerdo para reanudar las conversaciones a partir del 10 de diciembre", señaló el mandatario.
Santos destacó la importancia de dar pasos que contribuyan a "crear confianza" y un "mejor ambiente" para avanzar en las negociaciones, iniciadas el 19 de noviembre de 2012 y que habían avanzado a paso seguro, aunque lento, hasta su interrupción.
Las partes también acordaron "establecer un mecanismo permanente, a través de los países garantes, para facilitar la solución de eventuales crisis que se puedan presentar en el futuro", según declaró el diplomático noruego Dag Nylander.
Los diplomáticos cubano y noruego leyeron el comunicado en presencia de ambas delegaciones de paz, encabezadas por Humberto de la Calle (gobierno) e Iván Márquez (FARC), que han consensuado hasta ahora tres de los seis puntos de la agenda destinada a acabar el último conflicto armado en América, que ha dejado 220.000 muertos y 5,3 millones de desplazados.
Negociar sin cese al fuego
Ambas delegaciones acordaron reunirse del 10 al 17 de diciembre, en un ciclo más breve que lo habitual, para discutir el desescalamiento del conflicto y conformar una "subcomisión" de género (el día 15) y recibir los testimonios de una quinta y última delegación de víctimas del conflicto (el 16).
Luego harán un receso por fin de año y reanudarán las pláticas a mediados de enero, según el comunicado.
"La celeridad con que se toma esta decisión de reanudar el proceso me indica que realmente hay una disposición de las partes para sacar adelante los diálogos", manifestó a la agencia AFP el analista Carlos Medina, del Centro para la Paz de la Universidad Nacional de Colombia.
"Aunque hay oposición del gobierno para concretar un cese bilateral del fuego, si hay una disposición del gobierno para hablar del desescalamiento que implicaría una serie de acciones", añadió.
El académico Jairo Libreros, de la Universidad Externado de Colombia, piensa que "un cese al fuego bilateral es imposible en el corto plazo".
"Un armisticio parcial implica despejar diferentes zonas en Colombia y las zonas desmilitarizadas traen un mal recuerdo por todo lo que ocurrió en el Caguán" hace una década, indicó a la AFP.
En el Caguán -en un anterior proceso de paz que no prosperó- la desmilitarización permitió a las FARC fortalecerse militarmente, según las autoridades.
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Acelerar el proceso
Un diplomático latinoamericano que sigue el proceso de paz cree que las negociaciones pueden avanzar rápidamente con la nueva subcomisión de desarme.
"Yo estoy esperanzado en que se inicie la subcomisión para la desmovilización con militares, pues creo que allí puede haber avances prácticos. Creo que se entienden mejor entre 'milicos' que entre políticos", indicó a la AFP bajo condición de anonimato.
Las conversaciones -en las que Chile y Venezuela sirven de "acompañantes"- fueron interrumpidas mientras las partes discutían sobre reparación de las víctimas del conflicto. El desarme es el siguiente punto de la agenda.
Queda pendiente el mecanismo de refrendación de un eventual acuerdo de paz. Hasta ahora las partes han consensuado los temas de reforma rural, participación política y drogas ilícitas.