Argentina y Brasil, los países de América Latina en los que más gente reporta robos y asesinatos

El primero está al tope en asaltos a la propiedad y el segundo encabeza en homicidios y en venta de drogas, según el reporte 2014 del Barómetro de las Américas de LAPOP

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El 71,8% de los argentinos sufrieron un robo en sus casas o se enteraron de vecinos que fueron víctimas en los últimos 12 meses. Es el porcentaje más alto de los 23 países en los que hizo encuestas el Barómetro de las Américas que realiza el Proyecto de Opinión Pública de América Latina (LAPOP, por su nombre en inglés).

Infobae accedió a la edición 2014 de este reporte bienal que desde 2004 organiza la Universidad de Vanderbilt: "La cultura política de la democracia en las Américas 2014. Gobernanza democrática a lo largo de los 10 años del Barómetro de las Américas".

El estudio se estructura a partir de unas 50.000 entrevistas efectuadas en los países de la región, sobre una muestra aleatoria de personas en edad de votar.

El segundo país en el que los encuestados reportaron mayor cantidad de asaltos en sus barrios es República Dominicana, con 71,5 por ciento. Luego aparecen Venezuela (69,9%), Brasil (69,6%) y Uruguay (69,2%).

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Los cinco mejor ubicados pueden llamar la atención, porque no están entre los más desarrollados de la región. Son Trinidad y Tobago (28,2%), Guyana (30,8%), Haití (32,9%), Jamaica (34,7%) y Belice (37,6%).

"Es interesantes ver cuál es el perfil socioeconómico y demográfico de las personas que más reportan haber sido víctimas de crímenes. Los que viven en áreas urbanas denuncian una mayor tasa de victimización por delincuencia que quienes viven en el área rural", explica Jorge Daniel Montalvo, gerente de programas de LAPOP, en diálogo con Infobae.

"Además -continúa-, los hombres son generalmente más afectados por la delincuencia que las mujeres, según muestran nuestros modelos estadísticos. Igualmente, los que tienen mayores tasas de escolaridad y de recursos económicos reportan haber sido víctimas con más frecuencia".

Si se considera las personas que atestiguaron o se enteraron de homicidios en su vecindario, el que está en el tope de América Latina y el Caribe es Brasil, con 51,1 por ciento. Al igual que en los asaltos, segundo y tercero están -aunque invertidos- Venezuela (42,7%) y República Dominicana (33,9%).

Cuarto y quinto están Guatemala (28,9%) y Honduras (28,6%). En este rubro Argentina no está tan mal. Ocupa el puesto 17, con 13,9 por ciento.

El país en el que menos personas dijeron haberse enterado de asesinatos entre sus conocidos es Costa Rica, con 10,6 por ciento. Le siguen Uruguay (11,9%), Guyana (12%), Chile (12,4%) y Paraguay (12,9%).

Brasil es también el país en el que más gente dijo haber visto o escuchado que en su barrio se vendía droga. Lo reconoció el 64,6% de los encuestados.

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En segundo lugar está Costa Rica, con 58,2%, y tercero está República Dominicana, con 56,1 por ciento. Cuarto y quinto quedan Argentina (50,5%) y Chile (48%).

En el otro extremo, los que denunciaron menores niveles de comercialización de estupefacientes son Haití (7,1%), Bolivia (17%), Jamaica (20,5%), Guatemala (20,8%) y Paraguay (21,1%).

Otro crimen recurrente en la región, aunque menos que los anteriores, es la extorsión y el chantaje. Se manifiesta a través de amenazas, secuestros reales y secuestros virtuales, entre otros mecanismos para obtener dinero intimidando.

En el punto más alto está República Dominicana, con 24,4 por ciento. Después aparecen Haití (24,2%), Guatemala (23,3%), El Salvador (22,9%) y Brasil (19,3%).

Los niveles más bajos se registraron en Nicaragua (1,4%), Guyana (2%), Uruguay (3,1%), Trinidad y Tobago (3,6%) y Jamaica (3,9%).

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"Lo de América Latina siempre es preocupante, porque no solamente es la región con la tasa más alta de criminalidad, sino que hay problemas con distintos tipos de delitos. No hablamos sólo de homicidios y asesinatos, sino también de un alto grado de robos, asaltos, extorsiones, etc.", dice Montalvo

"Entonces, lamentablemente, a pesar de que han pasado unos buenos años de crecimiento económico, el tema de la inseguridad sigue siendo grave, y va empeorando en lugar de mejorar", agrega.

La victimización, un dato esclarecedor

Estos cuatro indicadores -asaltos, homicidios, venta de drogas y extorsiones- partían de preguntarle a los entrevistados si habían visto o escuchado que vecinos suyos sufrieran estos delitos. Esto siempre puede dar lugar a imprecisiones, porque la víctima puede ser alguien con el que se tiene trato directo, o una persona de la que no se sabe nada, pero un tercero transmitió lo ocurrido.

Para dar un panorama más completo, el Barómetro de las Américas incluye una pregunta mucho más directa, aunque más amplia: "¿Sufrió algún delito en el último año?".

"Son las experiencias personales, lo que a la le gente le pasó", dice a Infobae Germán Lodola, doctor en Ciencia Política por la Universidad de Pittsburgh, e investigador de la Universidad Torcuato Di Tella, que está a cargo de las encuestas del Barómetro de las Américas en Argentina.

El país con mayor proporción de respuestas afirmativas es Perú, con 30,6 por ciento. En segundo lugar está Ecuador, con 27,5%, y terceros, Argentina y Venezuela, con 24,4 por ciento. El quinto puesto lo comparten República Dominicana y México, con 23,4 por ciento.

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En Argentina, entre los que fueron víctimas de delitos, el 58% sufrió uno solo, y el 23%, dos. El crimen más frecuente, que ocurrió en el 30% de los casos, fue robo con arma de fuego. Segundo, con 24%, robo sin arma de fuego ni agresión, y tercero y cuarto, con 15% cada uno, robo sin arma pero con agresión y asalto en el hogar.

Los menores porcentajes de respuestas afirmativas los tienen Jamaica (6,7%), Guyana (7,4%), Panamá (8,2%), Trinidad y Tobago (9,6%) y Chile (11,9%).

Considerando todas estas variables se pueden sacar algunas conclusiones preliminares. Lo primero es que, desde la experiencia cotidiana de los ciudadanos, República Dominicana es el país con mayores problemas de criminalidad de América Latina y el Caribe. Está entre los cinco primeros puestos en las cinco categorías.

En segundo lugar está Brasil, que encabeza dos de las cinco, y está entre los primeros en otras dos. Y en tercer lugar se encuentran Argentina y Venezuela, que ocupan los primeros puestos en tres de las cinco.

Los que parecen tener menos dificultades son Guyana y Jamaica, que están entre los cinco con porcentajes más bajos en cuatro de las cinco categorías. En un segundo escalón está Trinidad y Tobago, que aparece entre los del fondo en tres de las cinco.

"Habría que hacer un análisis de lo que está sucediendo en América Latina, y de hacia dónde vamos, porque cada vez hay mayor exposición del grave problema de la delincuencia y uno supondría que los Gobiernos tendrían que tomar conciencia de que es algo que se va acentuando. Si quieren mantener a la población con cierto grado de seguridad, deben actuar de forma urgente", afirma Montalvo.

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La percepción de inseguridad en Argentina

Para medir las sensaciones de la gente, el Barómetro hace una pregunta: "¿Cuán seguro se percibe?". El entrevistado se tiene que ubicar en una escala de 0 a 100 puntos, donde 100 es muy inseguro y 0, muy seguro.

"En Argentina, la percepción de inseguridad es de 46,2 puntos, que es un poquito a la baja respecto de años anteriores. Si se lo desagrega en porcentajes, el 15% dice que se siente muy seguro; el 42%, algo seguro; el 30%, algo inseguro; y el 12%, muy inseguro", explica Lodola.

Una de las percepciones más fuertes apunta a la responsabilidad de las fuerzas de seguridad en la inseguridad. "El 42% cree que la policía está involucrada en el delito -dice Lodola. El 25% dice que protege a las personas y el 27% dice que hace ambas cosas, que está involucrada en el delito y que protege a las personas. El dato es que casi la mitad de la población cree que las operaciones de la policía tienen alguna vinculación con el crimen".

De todos modos, el politólogo sostiene que es necesario tener cautela a la hora de comparar estadísticas de percepción en distintos países. "La posibilidad de comparar percepciones siempre es problemática, porque los puntos de comparación de las personas son diferentes. ¿Qué es violencia para un Nicaragüense? ¿Lo mismo que para un argentino?", se pregunta.

"Las percepciones dependen de los contextos.

. Pero en una sociedad donde no había violencia y ésta aparece de golpe, la percepción tiende a ser mayor", concluye.