Aunque las empresas consideraban que los nuevos aviones supersónicos serían ideales para tentar a las empresas y los clientes que puedan pagar el costo de llegar a destino en tiempo récord, ahora se plantean llevar la tecnología emergente a los aviones de pasajeros de la clase turista.
Si la iniciativa se concreta, paulatinamente comenzará ser natural llegar desde Nueva York a Los Ángeles en dos horas y media. O desde Londres a Nueva York en apenas tres.
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Una de las empresas que se plantea la idea es Lockheed Martin, que con su modelo N+2 proyecta llevar 80 pasajeros a través de los Estados Unidos propulsados por un jet de triple configuración: un motor estará sobre la nave y otros dos en cada ala, para reducir el llamado "sonic boom", el ruido que se genera cuando un objeto se desplaza a mayor velocidad que el sonido.
El N+2 aspira a reducir los ruidos para evitar las consecuencias ambientales de romper la barrera del sonido
Estados Unidos prohibió los vuelos supersónicos sobre su territorio
El tema es muy sensible porque se trata de uno de los motivos que demoran el uso de esta tecnología: "Una de las razones por las que no tenemos vuelos supersónicos comerciales es por el impacto ambiental derivado de los vuelos a alta velocidad. Para conseguir reducciones en el ruido que se produciría, se debe desarrollar un sistema de propulsión totalmente nuevo", explica Michael Buonanno, ejecutivo de la compañía a cargo del proyecto NASA N+2.
"También exploramos nuevas técnicas para escapes de bajo ruido, integrando hélices, armazones y sistemas computarizados que suprimen sonido", señala la compañía.
El AS2 de Aerion/Airbus rozará los 2.000 kilómetros por hora. No llegará a la velocidad del Concorde
Por su parte, Aerion -asociada a Airbus- lanzó su modelo AS2, que volará a 1.958 kilómetros por hora utilizando la tecnología supersónica que patentó la compañía. Llegará a una velocidad casi tan alta como la del ya desaparecido Concorde, que alcanzaba 2.200 km/h.
La empresa desarrolla en Reno, Nevada, un modelo business que costará alrededor de 100 millones de dólares. Las primeras pruebas concretas comenzarían en 2019. Será fabricado principalmente con un compuesto de fibra de carbono, apostará a reducir el consumo de combustible y tendrá una cabina de lujo para 12 pasajeros.
Aunque en los Estados Unidos está prohibido superar la barrera del sonido por los sonic booms, la idea es llegar a más de 1.225 km/h (la velocidad del sonido, conocida como Mach 1) recién cuando la nave se encuentre sobre el océano.
"Este es un paso enorme para Aerion. Nos pone sólidamente en camino a concretar el primer avión business supersónico para 2021", señaló el presidente de la compañía, Robert M. Bass. El primer vuelo se realizaría un año después.
El último avión supersónico de pasajeros en circular fue un Concorde de British Airways en octubre de 2003, 27 años después de entrar en servicio. Los aviones actuales alcanzan regularmente una velocidad crucero entre 750 y 900 kilómetros por hora.