Algunas certezas y muchas más dudas se están llevando banqueros de Wall Street que vienen a Buenos Aires por estos días para obtener de primera mano el estado de situación de la economía argentina. Algunos, en estricto off the record, estuvieron reunidos con funcionarios del Gobierno (léase Ministerio de Economía y Banco Central) para tomar apuntes. Uno de ellos realizó un informe a sus clientes donde detalla impresiones de su paso por la Argentina: que el país está inmerso en una recesión (si bien no "al estilo 2001"), que las reservas son estables (por el "acoso a los operadores") y que es dudoso que Cristina Fernández de Kirchner tenga intenciones reales de cerrar el conflicto con los holdouts en el primer trimestre del año próximo.
El reporte corre por cuenta de Bulltick Capital Markets, un banco de inversión estadounidense que mantuvo reuniones con funcionarios públicos, expertos e inversores en Buenos Aires. Si bien el consenso del mercado apuesta a que a partir de enero del año próximo el Gobierno entablará una negociación seria con los holdouts (sin el corsé de la cláusula RUFO), las impresiones que se llevan los banqueros es que el final está abierto.
Bulltick le confiesa a sus clientes algunos aspectos que se llevaron de reuniones con funcionarios argentinos:
-"No estamos convencidos de que el gobierno de Fernández de Kirchner y la comunidad de holdouts sean capaces de llegar a un acuerdo en el primer trimestre del 2015", dicen. "Pensamos que la presidente Fernández no pagará lo que piden los demandantes (según lo ordenado por el tribunal de NY) y que "todavía hay una amplia charla que debe dar el gobierno si quiere cerrar una transacción a principios del próximo año" (léase que pase por el Congreso).
-"Si hay un acuerdo, es muy probable que no se pague el reclamo judicial de los holdouts y que las negociaciones cuenten con la participación de un tercero". Dice Bulltick que "oímos que los bancos locales realmente quieren que suceda un acuerdo y que están dispuestos a participar en un consorcio de inversores sin esperar a obtener un beneficio en la transacción". Sería reflotar el plan de Jorge Brito.
-"Un problema logístico es que es poco probable que haya suficiente poder de capital en un eventual consorcio para la compra de la totalidad de la deuda", acotan en referencia a los llamados "me too" (los que están pidiendo lo mismo que lo obtenido por NML Capital).
-"Por lo tanto, si hay un acuerdo, es probable que sólo incluya a los litigantes iniciales y no todo el universo de inversores holdouts. Para el resto de los holdouts, el gobierno puede decidir reabrir el canje de deuda en forma permanente", afirman.
-"Si no hay acuerdo en el primer trimestre de 2015, pensamos que la explicación más probable será la intención de la comunidad holdouts de querer negociar con el próximo gobierno", advierte.
Otras fuentes, también de bancos de Wall Street que estuvieron hablando con funcionarios argentinos, son más escépticos aún. "No creo que este Gobierno tenga intenciones de cerrar con los holdouts. Ya saben que la recesión está y que el año próximo también habrá caída de la actividad. No hay ganancia política de arreglar y menos a meses de dejar el poder", decía otro banquero.
Según la interpretación, "no hay apuro por parte del Gobierno a llegar a un acuerdo con los fondos buitre". "Si no hay nada en marzo o abril ya el año se acabó, porque ingresa la etapa de campañas políticas. Tendrá que negociar el próximo presidente", agrega.