La presidente Cristina Kirchner volvió a hablar este martes en público tras 26 días al recuperarse de un cuadro de sigmoiditis que la tuvo una semana internada en el hospital Otamendi y luego en reposo. En la convención de la Cámara Argentina de la Construcción, bromeó con que estuvo de vacaciones y recordó problemas de salud que ya en años anteriores la obligaron a tratarse en la clínica Austral y en la Favaloro.
Tras mantener videoconferencias con Corrientes, Puerto Madryn y Tigre, la mandataria pronunció un discurso de casi 40 minutos en el que criticó a la oposición y a los medios de comunicación, y una vez más advirtió por posibles desmanes en diciembre.
Al tomar la palabra, la jefa de Estado recogió algunos de los planteos del presidente de la Cámara, Gustavo Weiss, quien minutos antes que ella señaló aciertos y logros de la gestión kirchnerista pero también destacó la necesidad de que exista mayor "certidumbre" en la economía, resolver las disputas del frente externo para acceder a financiación internacional y atender a las cuestiones internas, como la "presión sobre los precios".
Como Weiss, la Presidente enfatizó la importancia de la infraestructura social y económica para el desarrollo del país. Pero de inmediato apuntó a los recursos para hacerlo como un punto diferencial con otras fuerzas políticas. Y observó que muchos opositores reclaman a la Casa Rosada que elimine o baje el Impuesto a las Ganancias o los derechos de exportación. "¿Cómo hacemos para financiar obra pública si no cobramos impuestos?", en lo que pareció una nueva respuesta negativa a quienes exigen cambios en el mínimo no imponible.
Al respecto, recordó que sólo el Frente para la Victoria y sus aliados apoyaron la estatización de YPF, de Aysa y de las AFJP, claves en la financiación de numerosos programas del Gobierno. Pidió entonces a los empresarios que les pregunten a quienes desean sucederla en el poder "qué van a hacer y cómo", y que se lo expliquen con números.
uEl frente externo/u
"Nosotros tenemos mucho interés en solucionar el tema externo", afirmó al referirse a la disputa con los holdouts, a los que una vez más llamó a aceptar un acuerdo "equitativo" con los bonistas reestructurados. "Creo que es muy importante ponerse de acuerdo con todos, queremos llegar a un acuerdo con el 100% de manera legal, pero sin chantajes".
No obstante, se mostró escéptica respecto a la posibilidad de que una "normalización" del frente externo redunde en financiamiento internacional para obras, tal como señaló Weiss. "El sistema financiero internacional no está muy dedicado a financiar obra de infraestructura. Sí los veo dispuestos a endeudar a los países. Porque su negocio está en que un país se endeude", dijo.
Al hablar del tema se refirió a la investigación que, a pedido del fondo NML, un juez de Nevada realizó sobre 123 empresas presuntamente ligadas a Lázaro Báez, y que bajo la presunción de que servirían para lavar dinero de la corrupción serían plausibles de embargos. "Se ve que se encontraron otro nombre", dijo.
uProfetas y profecías/u
En su discurso, la mandataria brindó cifras para desmentir un supuesto derrumbe del sector inmobiliario registrado en los últimos meses y apuntó contra los medios de comunicación y los "profetas del fracaso" por generar "estados de ánimo y expectativas".
En momentos en que numerosos gremios, incluso algunos alineados con la Casa Rosada, elevan pedidos para conseguir beneficios económicos, afirmó que los trabajadores de la Argentina son "los mejor remunerados" de América Latina y los alentó a "cuidar lo logrado". "Tienen que tener comprensión", dijo.
Concluyó su intervención con una nueva alusión a la posibilidad de que una vez más diciembre se presente como un mes de alta conflictividad social, tal como anticiparon algunos dirigentes. "Espero que en diciembre no haya efemérides. Está todo armado, terminemos con esto, hay otras maneras más legítimas de hacer esto".