El sorteo preliminar para el Mundial Rusia 2018 se celebrará el 25 de julio de 2015 en el Palacio de Constantino, conocida como la residencia de verano del presidente ruso, Vladímir Putin, a las afueras de San Petersburgo.
"Estamos muy contentos de que la FIFA apoyara la idea de celebrar el sorteo preliminar en el Palacio de Constantino, un grandioso monumento del siglo XVIII", aseguró Vitali Mutkó, ministro de Deportes de Rusia.
En ese sorteo se formarán los grupos de la fase de clasificación para el Mundial de Rusia, el primero que se celebrará en Europa del Este.
El comité organizador y la FIFA confirmaron que el Mundial se celebrará en doce estadios, que la final se disputará en el estadio olímpico Luzhnikí, que también acogerá una semifinal, mientras la otra se jugará en San Petersburgo. Además, Mutkó adelantó que, previsiblemente, el partido por el tercer y cuarto puesto se disputará en Sochi.
"Partimos de que cada ciudad albergará cuatro partidos", dijo Mutkó, quien descartó problemas de comunicaciones debido a las grandes distancias entre las ciudades sede en la parte europea de Rusia.
En particular, destacó que en dos o tres horas de vuelo el aficionado podrá desplazarse desde Sochi (mar Negro) a San Petersburgo (mar Báltico) o Yekaterimburgo (Urales).
Recientemente, el Ministerio de Transportes adelantó que los aficionados podrán viajar gratis en tren durante el Mundial con sólo presentar la entrada para el partido correspondiente.
Siberia fue descartada por ese motivo, además de por los diferentes husos horarios, mientras el Cáucaso, donde el fútbol es muy popular, fue excluida por razones de seguridad.
Únicamente dos estadios mundialistas, el de Kazán y del Spartak Moscú, han sido inaugurados. El del Fisht, que acogió en febrero la ceremonia de apertura y clausura de los Juegos de Invierno de Sochi, serán remodelado parcialmente con vistas a 2016.
El secretario general de la FIFA, Jérôme Valcke, llamó a no politizar el Mundial de Rusia y tachó de "sinsentido" las amenazas de boicotear el torneo.
"Creo que todos entenderán que la Copa del Mundo no tiene nada que ver con la política y que no hay que utilizarlo como instrumento político (...) Es una fiesta para los aficionados", dijo Valcke a la prensa rusa.