La petrolera Petrobras, la mayor empresa de Brasil controlada por el Estado, anunció hoy que está adoptando 66 medidas de control interno y que está avanzando en investigar el alcance del gran caso de corrupción que ha llevado al arresto de varios ejecutivos y ha salpicado al gobierno de Dilma Rousseff. Su presidente Graça Foster detalló en una conferencia con accionistas que, en los últimos meses, ya se han aplicado la mayoría de las acciones "relevantes" para la mejoría de la administración de la compañía y hay otras seis más en proceso de implementación.
La medida "más importante", según Foster, decidida el pasado viernes por el Consejo de Administración de la empresa, es la creación de una dirección de "gobernanza" que velará por el buen cumplimiento de las leyes y las reglas internas de la estatal. "Debemos tener el mismo respeto por la gobernanza de la empresa que por el respeto técnico, que fue una conquista de muchos años, por los desafíos técnicos que fueron superados", afirmó.
Petrobras también ha contratado a dos empresas de abogacía para investigar la naturaleza, la extensión y el impacto de las denuncias que están siendo investigadas por la Justicia. En función de esa auditoría, la empresa revisará su contabilidad de los últimos años para anotar como pérdidas los costos adicionales que supusieron los sobreprecios en las obras contratadas y en la adquisición de activos, además del supuesto desvío de dinero para sobornos a políticos.
De acuerdo con las investigaciones, la red de corrupción movió entre 2006 y 2014 unos 3.850 millones de dólares en sobrefacturación de obras y contratos de Petrobras. Esos fondos serían usados para financiar una red de corrupción que distribuía sobornos millonarios entre legisladores y partidos políticos.
El director financiero de Petrobras, Almir Barbassa, dijo que se contabilizarán todos los valores que sean atribuidos como "coimas" o a "precios excesivos" en contratos, sobre lo que los auditores consideren como el "precio justo" de los activos. Foster puntualizó que Petrobras emprenderá acciones judiciales para recuperar los fondos que fueron desviados ilegalmente de la empresa.
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El ex gerente Pedro Barusco devolverá u$s97 millones
El operativo policial Lava Jato, que desmanteló el esquema de corrupción enquistado en la petrolera estatal Petrobras, puede batir un récord: conseguir que se devuelva la mayor cantidad de dinero saqueado en la historia de la Justicia de Brasil. La devolución sería lograda gracias a un acuerdo de delación premiada de Pedro Barusco, quien era gerente de Ingeniería de la petrolera y trabajaba con el detenido ex director Renato Duque.
Barusco se comprometió a devolver 97 millones de dólares que habrían sido desviados de Petrobras, según reporta el portal Brasil247. Al hacer esto, podría obtener una reducción de sus penas. El esquema, del que participaban funcionarios de Petrobras, empresarios y políticos, inflaba artificialmente contratos para obras de la petrolera y parte de los montos sobrefacturados alimentaban campañas electorales.